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McEwen corta la racha de victorias de Tom Boonen al esprint en un día de transición para Armstrong

La quinta etapa del Tour de Francia, disputada sobre 183 kilómetros entre Chamborg y Montargis, ha tenido como gran protagonista a Robbie McEwen. El australiano del Davitamon Lotto ha cortado la racha de victorias al esprint del belga Tom Boonen, mientras que Lance Armstrong conserva el maillot amarillo en una jornada de transición que ha cumplido el guión previsto. Además, el español Tino Zaballa (Saunier Duval) ha sido el primer ciclista en abandonar por una inflamación en la rodilla.

La quinta etapa del Tour de Francia, disputada sobre 183 kilómetros entre Chamborg y Montargis, ha tenido como gran protagonista a Robbie McEwen. El australiano del Davitamon Lotto ha cortado la racha de victorias al esprint del belga Tom Boonen, mientras que Lance Armstrong conserva el maillot amarillo en una jornada de transición que ha cumplido el guión previsto. Además, el español Tino Zaballa (Saunier Duval) ha sido el primer ciclista en abandonar por una inflamación en la rodilla.

L D (EFE) El campeón de Australia, de 33 años, tenía contenidas altas dosis de rabia tras ser desclasificado en la tercera etapa por una maniobra antirreglamentaria. Le debía una a Boonen y se la ha devuelto a la primera oportunidad que tuvo. En un esprint largo, eléctrico y muy disputado, superaba al príncipe del ciclismo belga en el último aliento. Hacía gestos claros como diciendo: "He ganado yo".

McEwen se anota así la sexta etapa del Tour en su palmarés, y la decimocuarta de la temporada, esta vez con un tiempo de tres horas y 41 minutos exactos -a una media de 48,58 kilómetros por hora- por delante de Boonen y del noruego Thor Hushovd (Credit Agricole). Un paso adelante en su duelo particular con los velocistas por defender el maillot verde que consiguió en París el año pasado. La general no se altera para nada.Armstrong conserva sin problema alguno un maillot amarillo que no quiso lucir en esta etapa. Segundo es otro estadounidense, su compañero en el Discovery Channel George Hincapie, a 55 segundos y tercero el alemán Jens Voigt (CSC) a 1:04.

La etapa no ha deparado sorpresas y se ha ajustado al guión previsto, con escapada consentida y reacción final del pelotón para negociar la etapa al esprint. Juan Antonio Flecha, el clasicómano español del Fassa Bortolo, logró saltarse la férrea disciplina del pelotón y marcharse en solitario en el kilómetro 25. El tercer clasificado en la París-Roubaix y vencedor en Toulouse en 2003 arrancó con decisión para hacer buena la fuga y sin mirar atrás fue abriendo hueco. Llegado el kilómetro 85, el director del Fassa le ordenó al catalán de origen argentino esperar a tres perseguidores con los que compartiría el sacrificio. Se trataba del italiano Salvatore Commesso (Lampre), el húngaro Laszlo Bodrogi (Credit) y el finlandés Kjell Carlstrom (Liquigas), un toque exótico al proyecto.

Con un perfecto entendimiento llegaron a contar con una máxima diferencia de cinco minutos en el kilómetro 90. El Discovery rodaba en cabeza de pelotón a la vez que miraba de reojo a los equipos de los esprinters para que se animaran a recortar diferencias y el CSC recibía otro sobresalto con la caída, sin consecuencias, de su jefe de filas, el italiano Ivan Basso. En estas, el cuarteto entró en una refriega en el ascenso a la tachuela de Bellevue, de cuarta categoría, cuando Bodrogi y Carlstrom dejaron clavados por unos instantes a Commesso y Flecha, que empezaba a pagar sus excesos iniciales. Cuando se rehizo la unión en el grupo de cabeza y con 60 kilómetros para la meta, la renta a defender era de 3.10 minutos. El Quick Step y el Lotto aceleraban el ritmo de persecución. Por si fuera poco unían aspiraciones el AG2R y La Francaise. Armstrong daba por finalizado el trabajo de su equipo por aquello de la cuota a pagar por llevar el amarillo. El color que pasaba a importar era el verde.

La ley implacable del pelotón cortó las ilusiones de la avanzadilla cuando ya se veía en lontananza Montargis, a 10 kilómetros de meta. Esfuerzo estéril de Flecha, que en ausencia de Petacchi se verá liberado para intentar otros retos. Es un guerrillero del asfalto que pronto volverá a la carga. A toda máquina, la carrera abrió la caja de los truenos, aunque ya no llovía. Los favoritos en zona de menos riesgo presenciaban cómo manejaban el cotarro los equipos de los velocistas, Popovych y George Hincapie ponían a Armstrong a buen recaudo. Y equipos como el Cofidis dejaban claro que con O'Grady también se quieren dar una alegría. En definitiva, llegaba la hora de resolver la etapa y nadie osaba a intentar nada en solitario a más de 50 por hora. En la recta de llegada volvió a aparecer la enorme figura verde de Boonen, pleno de potencia, de poderío. Cuando se disponía a levantar los brazos al cielo, apareció el viejo McEwen para quitarle la gloria por un centímetro.

La sexta etapa, que se disputará este jueves, acercará al Tour a Alemania y a la montaña, pero es otra oportunidad para los esprinters. El trayecto de 199 kilómetros unirá las localidades de Troyes y Nancy, con cuatro pequeñas dificultades de cuarta categoría. Será en principio una jornada de transición y de ahorro de energías.

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