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Un año y tres meses de silencio sobre las cartas bomba atribuidas a anarquistas

La última acción de consideración cometida por presuntos terroristas anarquistas en España fue el envío de tres cartas-bomba a otros tantos medios de comunicación que fueron interceptadas en la oficina de Correos de Zaragoza el 1 de abril de 2004. Sin embargo, quince meses después, la Policía no ha logrado identificar ni detener a los autores de aquellos envíos, aunque no duda de que pertenecen a círculos anarquistas.

L D (Europa Press) Los destinatarios de las tres cartas-bomba intervenidas por los TEDAX en la oficina de Correos de Zaragoza eran Luis María Ansón, Federico Jiménez Losantos y el "director de Informativos de Antena 3 Televisión", aunque este cargo lo ostenta una periodista, Gloria Lomana.
 
Los TEDAX de la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza lograron desactivar dos de los explosivos y explosionaron de forma controlada un tercero, tras desalojarse la oficina de Correos situada en la calle Anselmo Clavero de Zaragoza. Los dos paquetes desactivados contenían unos sesenta gramos de pólvora con un sistema de iniciación formado por una pinza, una pila, una bombilla y otros elementos.
 
Interior calificó de "rudimentario" el artefacto explosivo, que iba introducido en una lata plana que, a su vez, estaba en el interior de las cajas donde se venden las cintas de vídeo del sistema VHS. Todo iba envuelto en un sobre de plástico con burbujas. En los dos sobres que se han podido conservar intactos figuraba una dirección remitente falsa, "Villarobledo, Zaragoza". De hecho, la única población con ese nombre no se encuentra en la provincia aragonesa.
 
Esta mañana, un artefacto confeccionado con una cafetera de la que salían unos cables eléctricos hizo explosión en la puerta del Instituto Cultural Italiano sito en el Pasaje Méndez Vigo de Barcelona, causando heridas leves a un agente guía canino y matando al perro con el que trabajaba. Hasta mañana no estará listo el informe de TEDAX sobre el artefacto, pero todo apunta a que podría estar compuesto por pólvora y metralla, y que detonaba por contacto a través de un rudimentario sistema, informaron a Europa Press fuentes próximas a la investigación.
 
Apenas un mes antes de este envío de cartas-bomba a los medios de comunicación, la Policía italiana se dirigió a la española dentro de la investigación que seguía sobre atentados terroristas, también de corte anarquista, pero contra objetivos españoles, como la oficina de Iberia en el aeropuerto de Milán (diciembre de 2002) y su sede en Roma (octubre de 2003). Hoy se invirtieron los términos y el objetivo fue un centro italiano con sede en España.
 
Según informaron a Europa Press fuentes policiales, la Fiscalía de Milán envió una comisión rogatoria internacional a las autoridades españolas en febrero de 2004 en las que reclamaba información sobre al menos tres individuos que habrían contactado con los sospechosos italianos en el marco de reivindicaciones anarquistas por el envío de un paquete-bomba a las oficinas de Iberia en el aeropuerto milanés de Malpensa. Policías españoles viajaron en su momento a Italia para participar en la investigación.
 
Sin embargo, los contactos detectados se enmarcaron en la movilización de los anarquistas para la puesta en libertad de dos jóvenes españoles que fueron detenidos en Grecia, dentro de una protesta antiglobalización, el 21 de junio de 2003 en Salónica con motivo de la reunión del Consejo Europeo en la ciudad griega y que en estos momentos se encuentran en libertad y a espera de juicio. La Policía italiana había interceptado mensajes procedentes de España en los que se plantean diferentes formas de protesta, incluidos "pequeños sabotajes".

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