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POR FRAUDE DE 11.000 MILLONES DE DÓLARES

Bernard Ebbers, ex presidente de WorldCom, condenado a veinticinco años de prisión

El ex presidente de WorldCom Bernard Ebbers fue condenado este miércoles a veinticinco años de prisión tras ser declarado culpable de un fraude de 11.000 millones de dólares (unos 9.028 millones de euros), la mayor quiebra registrada en la historia de Estados Unidos, que llevó a la compañía a la bancarrota. La sentencia fue dictada por de la juez del Tribunal de Distrito de Maniatan, Barbara Jones , un día después de rechazar una petición para la celebración de un nuevo juicio formulada por los abogados de Ebbers, quien ha recibido la orden de presentarse en prisión el 12 de octubre

El ex presidente de WorldCom Bernard Ebbers fue condenado este miércoles a veinticinco años de prisión tras ser declarado culpable de un fraude de 11.000 millones de dólares (unos 9.028 millones de euros), la mayor quiebra registrada en la historia de Estados Unidos, que llevó a la compañía a la bancarrota. La sentencia fue dictada por de la juez del Tribunal de Distrito de Maniatan, Barbara Jones , un día después de rechazar una petición para la celebración de un nuevo juicio formulada por los abogados de Ebbers, quien ha recibido la orden de presentarse en prisión el 12 de octubre
L D (Agencias) Tras conocer la decisión judicial, el abogado de Ebbers, Reid Weingarten, aseguró a la prensa que apelarán. La condena se ha conocido cuatro meses después de que un tribunal declarara a Ebbers culpable de todos los cargos que se le imputaban: conspiración, fraude con valores y falsificación de documentos destinados a los organismos reguladores.

Poco antes de dictar sentencia, la juez comentó que el ex empresario merecía una pena severa, de entre treinta años y cadena perpetua, por haber instigado el fraude. No obstante, autorizó a la fiscalía y a los abogados defensores a hablar una última vez antes de tomar una decisión.
 
La defensa estimó que las elevadas pérdidas de los inversores no debían determinar la pena, ya que, en su opinión, también influyeron factores económicos en la caída de los títulos en bolsa de WorldCom tras conocerse el escándalo. También alegaron que las pérdidas estimadas por las autoridades eran mayores de las reales, algo que rebatió el fiscal David Anders. El acusado ha sostenido que no conocía el fraude y que no vio documentos financieros importantes que mostraran claramente irregularidades contables. El ex presidente de WorldCom, quien dejó el tribunal sin hacer declaraciones, es el único de los seis directivos de la empresa inculpados que ha mantenido su declaración de inocencia, ya que los otros reconocieron su implicación para beneficiarse de una pena más baja de la que podrían recibir de ir a juicio.

La semana pasada, el ex empresario llegó a un acuerdo con las autoridades por el que entregaba la mayor parte de sus posesiones, valoradas entre 30 y 45 millones de dólares, para un fondo de liquidación, con el fin de compensar a los accionistas perjudicados. WorldCom, que ha sido reestructurada bajo el nombre de MCI, se acogió en 2002 a la ley que protege a las empresas en bancarrota de los acreedores. El escándalo estalló cuando se supo que los directivos habían manipulado las cuentas y registrado pérdidas durante tres años, en que dijeron haber obtenido beneficios. El fraude contable de WorldCom ascendía a 11.000 millones de dólares y la deuda a 41.000 millones de dólares.
 
La compañía anunció su quiebra en julio de 2002 tras revelarse que las malversaciones contables realizadas por sus gestores alcanzaban los 11.000 millones de dólares. De esta forma, Ebbers se convierte en el primero de los seis ex directivos en ser sentenciados, los otros cinco directivos implicados testificaron ante su jefe tras declararse culpables. WorldCom salió de la quiebra en abril de 2004 bajo el nombre de MCI. La sentencia se hará efectiva a partir del 12 de octubre, fecha en la que Ebbers deberá ingresar en prisión, con toda probabilidad en la de Yazoo City (Mississippi). De nada sirvió las alegaciones de la defensa que expresó su preocupación por la salud del acusado, la juez Jones aseguró que el estado de su corazón no era tan serio como para rebajar su sentencia.

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