L D (EFE) Aunque no ha habido ninguna reivindicación, no es habitual cuando se trata de atentados contra civiles en Irak, todo indica que se trató de un atentado anti chií llevado a cabo por los grupos terroristas suníes seguidores del jordano Abu Musab al Zarqaui.
Los daños han sido enormes en toda la localidad, pues la explosión se produjo en el lugar más concurrido del pueblo, donde se concentra toda la actividad comercial y administrativa. Dos edificios, 25 locales comerciales y ochenta coches particulares han quedado totalmente destrozados por las llamas. El atentado de este sábado es uno de los más sangrientos de la posguerra en Irak, junto a otro perpetrado también en las cercanías, concretamente en la ciudad de Hillah, donde un terrorista suicida jordano mató a 111 personas el pasado febrero.
Al Mesayeb se encuentra dentro de un cinturón de localidades al sur de Bagdad donde viven mezclados entre creciente tensión suníes y chiíes, y donde los atentados de los terroristas son muy frecuentes. Se encuentra dentro del llamado "triángulo de la muerte". El atentado suma a otros dos perpetrados este sábado en Irak en los que murieron más de veinte personas y más de cuarenta resultaron heridas.
El ataque más sangriento, en el que diez personas murieron y otras 20 resultaron heridas, fue cometido por un suicida que estrelló su coche bomba contra un puesto de control mixto del ejercito y la policía iraquí, en la localidad de Al Eskanderiya, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad. Pocas horas antes, en Mosul, a unos 450 kilómetros al norte de Bagdad, cinco agentes del orden perdieron la vida cuando un suicida detonó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo en el interior de una comisaría.
El tercer atentado ocurrió en el barrio bagdadí de Al Daura, donde cinco personas perdieron la vida (dos miembros de las fuerzas antiterroristas iraquíes "magaguir" y tres civiles) por el estallido de un coche bomba conducido por un suicida.