L D (EFE) El líder del PSdeG-PSOE, Emilio Pérez Touriño, que contará con el apoyo del BNG para su investidura y con el voto contrario del PP, pidió la confianza a la Cámara para asumir el Gobierno de la Xunta y emprender así "un nuevo tiempo histórico", "sin defraudar a lo que nuestro país espera de nosotros", sentenció.
En su intervención, que se prolongó durante hora y media, y en la que dio lectura a 76 folios, señaló que el mandato que recibieron las fuerzas progresistas es "claro" y consiste en "reconocer y mantener lo que de bueno se consiguió en el pasado", así como en "rectificar lo que se mostró como ineficaz e injusto".
Exigencias a Zapatero
Asimismo, sentenció que si obtiene "la confianza de la Cámara, me dirigiré inmediatamente al presidente del Gobierno de España para abrir un proceso de diálogo y negociación alrededor de algunas cuestiones que son del máximo interés para Galicia", como el empleo, la educación, la sanidad y las infraestructuras, señaló. Pérez Touriño, que omitió el término "deuda histórica" como demandaban los nacionalistas, adujo que exigirá al Ejecutivo central, "por lo menos", el 8 por ciento de la inversión total prevista en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes.
Por otra parte, el secretario general del PSdeG-PSOE se comprometió a crear, en los seis primeros meses de legislatura, una ponencia parlamentaria para la reforma del Estatuto de Autonomía, así como a someterlo al Consejo Consultivo para mejorar el "autogobierno" y "seguir progresando" en el conjunto del Estado. Sin embargo, matizó que los gallegos no tienen "problemas" de identidad. "Nosotros no necesitamos tan sólo de un Estatuto que nos diga quienes somos, aunque está bien que lo diga", comentó.
Agencia Tributaria gallega
Asimismo, manifestó su voluntad de estudiar la creación de una Agencia Tributaria Gallega que actúe en consorcio con la del Estado, un asunto que socialistas y nacionalistas llevarán también al Parlamento.
Indicó que la coalición PSOE-BNG perseguirá "revitalizar" el Parlamento, mediante la reforma del Reglamento de la Cámara, en la que incluyó su obligación de someterse, como presidente de la Xunta, al "control en todos los plenos".
Avanzar en la "transparencia", controlar las subvenciones públicas, cambiar la "anómala" relación entre la Xunta y los medios de comunicación, poniendo fin a la "manipulación", promover una Ley de publicidad institucional y fomentar diálogo con los agentes sociales fueron otros de sus compromisos.