L D (EFE) Reina, que vino a Helsinki mentalizado para llegar a su primera final en grandes campeonatos, se quedó en las semifinales, batido por cinco rivales en la recta, mientras que Eugenio Barrios cayó unos minutos antes en una serie imposible.
Reina corrió una serie no muy rápida (53.42 en el 400) y tuvo que maniobrar en la penúltima curva, saliendo a la calle 3 para emparejarse con el francés Mehdi Baala. Pagó los excesos en la recta, cuando el sudafricano Mbulaeni Mulaudi le ganó el pulso por el segundo puesto de acceso directo a la final. El sevillano se desmoralizó y cayó hasta la sexta plaza (1:46.89).
A Barrios le cupo una serie imposible, la primera, con cinco por debajo de 1:45 este año, entre ellos el ruso Yuri Borzakovsky y el campeón de 1.500, Rashid Ramzi. Los 400 se pasaron en 51.18 y el castellano-manchego aguantó hasta la última curva. Acabó séptimo con 1:48.76. Solo pasaban los dos primeros y dos más por tiempos.
Jesús Ángel García Bragado se convirtió en el español que más mundiales ha disputado pero del séptimo no guardará un buen recuerdo: fue descalificado en el km. 43 cuando iba sexto, sólo ocho después de que el donostiarra Mikel Odriozola corriera la misma suerte cuando marchaba decimonoveno.
Sergey Kirdyapkin, un marchador sin historial a sus espaldas, sucedió a Robert Korzeniowski, el entrenador de Paquillo, como campeón mundial de 50 kilómetros con la décima mejor marca de la historia (3h38:08) y junto al veterano Aleksey Voyevodin dio a Rusia el doblete. A dos meses de cumplir 36 años, García Bragado, que ya fue campeón mundial en Stuttgart'93 y subcampeón en Atenas'97 y Edmonton'01, hizo una prueba conservadora, de menos a más, aprovechando su dilatada experiencia pero el tercer aviso le privó de un resultado más que honroso.
Odriozola salió también atrás, pero en un tercer grupo. Cuando quiso avanzar se vio en terreno de nadie, objeto de la vigilancia de los jueces y fue acumulando avisos hasta ser expulsado en el km. 35. En longitud, Joan Lino Martínez ofreció una nueva muestra de su consistencia al ganarse un puesto en la final con un salto de 8,10 metros, exactamente la marca exigida, en su primer intento.
Martínez, que obtuvo la medalla de bronce en los Juegos de Atenas, consiguió su marca con viento favorable (2,6) superior al límite permitido, que es de dos metros por segundo, por lo que no será homologada, aunque le basta para pasar a la final con el octavo mejor salto de la calificación. El saltador de origen cubano había predicho que saltaría esa distancia sin problemas y que en la final intentará "ponérselo difícil" al estadounidense Dwight Phillips, campeón mundial y olímpico, a quien señaló como gran favorito.
Naroa Agirre tuvo el honor de competir en la final de pértiga junto a Yelena Isinbayeva, primera mujer que saltó 5 metros. La donostiarra había superado los 4,40 en la calificación, y en la final hizo dos saltos limpios sobre 4,00 y 4,20. Los 4,35 le costaron tres saltos y a continuación se vio en la obligación de atacar los 4,50, tres centímetros por encima de su récord de España. Falló con claridad las tres veces y se quedó novena, sin puesto de finalista y de cobro.
Natalia Rodríguez inauguró las series de 1.500, que clasificaban a 5 por puestos y a dos más por tiempos. La tarraconense corrió atrás pero progresó a 600 de la meta. Al toque de campana entró bien colocada, por fuera, y administró su quinto puesto hasta la línea (4:11.82). A continuación, Nuria Fernández fue con el gancho desde la primera vuelta. La madrileña se descolgó a 600 de la llegada y terminó duodécima con 4:14.45.
Mercedes Chilla se quedó a seis metros de la final de jabalina. La jerezana del Valencia empezó con un nulo, siguió con 57,82 y mejoró medio metro en el tercer tiro (58,38). Ahí terminó su participación en Helsinki. La última de las finalistas había lanzado 59,06 metros.
Reina corrió una serie no muy rápida (53.42 en el 400) y tuvo que maniobrar en la penúltima curva, saliendo a la calle 3 para emparejarse con el francés Mehdi Baala. Pagó los excesos en la recta, cuando el sudafricano Mbulaeni Mulaudi le ganó el pulso por el segundo puesto de acceso directo a la final. El sevillano se desmoralizó y cayó hasta la sexta plaza (1:46.89).
A Barrios le cupo una serie imposible, la primera, con cinco por debajo de 1:45 este año, entre ellos el ruso Yuri Borzakovsky y el campeón de 1.500, Rashid Ramzi. Los 400 se pasaron en 51.18 y el castellano-manchego aguantó hasta la última curva. Acabó séptimo con 1:48.76. Solo pasaban los dos primeros y dos más por tiempos.
Jesús Ángel García Bragado se convirtió en el español que más mundiales ha disputado pero del séptimo no guardará un buen recuerdo: fue descalificado en el km. 43 cuando iba sexto, sólo ocho después de que el donostiarra Mikel Odriozola corriera la misma suerte cuando marchaba decimonoveno.
Sergey Kirdyapkin, un marchador sin historial a sus espaldas, sucedió a Robert Korzeniowski, el entrenador de Paquillo, como campeón mundial de 50 kilómetros con la décima mejor marca de la historia (3h38:08) y junto al veterano Aleksey Voyevodin dio a Rusia el doblete. A dos meses de cumplir 36 años, García Bragado, que ya fue campeón mundial en Stuttgart'93 y subcampeón en Atenas'97 y Edmonton'01, hizo una prueba conservadora, de menos a más, aprovechando su dilatada experiencia pero el tercer aviso le privó de un resultado más que honroso.
Odriozola salió también atrás, pero en un tercer grupo. Cuando quiso avanzar se vio en terreno de nadie, objeto de la vigilancia de los jueces y fue acumulando avisos hasta ser expulsado en el km. 35. En longitud, Joan Lino Martínez ofreció una nueva muestra de su consistencia al ganarse un puesto en la final con un salto de 8,10 metros, exactamente la marca exigida, en su primer intento.
Martínez, que obtuvo la medalla de bronce en los Juegos de Atenas, consiguió su marca con viento favorable (2,6) superior al límite permitido, que es de dos metros por segundo, por lo que no será homologada, aunque le basta para pasar a la final con el octavo mejor salto de la calificación. El saltador de origen cubano había predicho que saltaría esa distancia sin problemas y que en la final intentará "ponérselo difícil" al estadounidense Dwight Phillips, campeón mundial y olímpico, a quien señaló como gran favorito.
Naroa Agirre tuvo el honor de competir en la final de pértiga junto a Yelena Isinbayeva, primera mujer que saltó 5 metros. La donostiarra había superado los 4,40 en la calificación, y en la final hizo dos saltos limpios sobre 4,00 y 4,20. Los 4,35 le costaron tres saltos y a continuación se vio en la obligación de atacar los 4,50, tres centímetros por encima de su récord de España. Falló con claridad las tres veces y se quedó novena, sin puesto de finalista y de cobro.
Natalia Rodríguez inauguró las series de 1.500, que clasificaban a 5 por puestos y a dos más por tiempos. La tarraconense corrió atrás pero progresó a 600 de la meta. Al toque de campana entró bien colocada, por fuera, y administró su quinto puesto hasta la línea (4:11.82). A continuación, Nuria Fernández fue con el gancho desde la primera vuelta. La madrileña se descolgó a 600 de la llegada y terminó duodécima con 4:14.45.
Mercedes Chilla se quedó a seis metros de la final de jabalina. La jerezana del Valencia empezó con un nulo, siguió con 57,82 y mejoró medio metro en el tercer tiro (58,38). Ahí terminó su participación en Helsinki. La última de las finalistas había lanzado 59,06 metros.