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Soldados israelíes entran en Nevé Dekalim para desalojar a los colonos que se resisten a abandonar el asentamiento

Unos mil soldados del Ejército israelí han entrado este martes por la noche en el asentamiento de Nevé Dekalim, el más importante del bloque de asentamientos de Gush Kativ y baluarte de la resistencia de los colonos, con la misión de desalojarlos por la fuerza si fuera necesario. La segunda fase del Plan de Desconexión o evacuación forzosa de los alrededor de 4.000 colonos que quedan en la franja de Gaza entrará en vigor a las 00.00 hora local, cuando expira el plazo para la salida voluntaria.

Unos mil soldados del Ejército israelí han entrado este martes por la noche en el asentamiento de Nevé Dekalim, el más importante del bloque de asentamientos de Gush Kativ y baluarte de la resistencia de los colonos, con la misión de desalojarlos por la fuerza si fuera necesario. La segunda fase del Plan de Desconexión o evacuación forzosa de los alrededor de 4.000 colonos que quedan en la franja de Gaza entrará en vigor a las 00.00 hora local, cuando expira el plazo para la salida voluntaria.
L D (EFE) El jefe del Ejército de Israel, Dan Harel, anunció este martes por la tarde que la expulsión de los colonos de Nevé Dekalim se producirá en poco tiempo, con lo que la tensión en los asentamientos y en la franja de Gaza aumenta a medida que se acerca la medianoche. "En las próximas horas nos dirigiremos a los residentes, en particular, a los de Nevé Dekalim, y les pediremos que salgan", dijo.

No obstante, agregó que los soldados no usarán la fuerza física en esta fase del Plan de Desconexión, o por lo menos durante la noche. "El desalojo forzoso comenzará mañana por la mañana, miércoles, ya que a pesar de que el ultimátum para la salida voluntaria expira a medianoche no se sacará a los residentes durante la noche", informaron fuentes militares.

Así lo confirmó el propio Dan Harel, que dijo: "Desde mañana las fuerzas de seguridad mostrarán mayor firmeza frente a los que violan la ley y cumplirán con las obligaciones de la Desconexión, tal y como está escrita". Pese a la oposición que se espera por parte de los colonos, el Ejército israelí espera finalizar la evacuación de la franja de Gaza en los próximos 10 días. Un destacado oficial del Ejército israelí manifestó que salvo que suceda una catástrofe en el último momento, será posible completar la evacuación en una semana a partir del jueves.

Los asentamientos judíos de Ganim y Kadim, en el norte de Cisjordania aparecían ya este martes completamente vacíos. Todas las familias que aún permanecían en las colonias de Peat Sadé y Rafiah Yam, tenían previsto abandonar sus hogares a lo largo del día, aunque el grueso de sus habitantes ya comenzó a hacerlo a partir del jueves pasado. Asimismo las dos últimas familias del asentamiento de Dugit, al norte de la franja, habían indicado que se marcharían de la zona.

Hasta primera hora de la noche del martes, segundo día previsto por el Gobierno israelí para la evacuación voluntaria, casi la mitad de los colonos, unos 4.000, habían salido de la franja, informó hoy Eival Giladi, uno de los oficiales responsables del Plan de Desconexión. Se calcula que otros 4.000, a los que se ha unido un número indeterminado, pero que podría ser de miles, de nacionalistas y extremistas, que se han infiltrado en los asentamientos a pesar de las prohibiciones impuestas días atrás por el Ejército.

También este martes se ha conocido que el asistente de la Secretaría de Estado de EEUU, David Welch, ha efectuado una visita sorpresa a la franja de Gaza para pedir a la ANP que se coordine con Israel la evacuación los asentamientos. La visita es la primera de un destacado funcionario de EEUU a la franja de Gaza en 18 meses y después de la prohibición de viajar a la zona tras el ataque a un convoy diplomático estadounidense en el que resultaron muertos tres ciudadanos de ese país.

Mientras la situación en los asentamientos continúa tensa, en muchos lugares los palestinos y otros pueblos árabes celebran la evacuación. Así por ejemplo, los libaneses y los miles de refugiados palestinos que viven en ese país observan con una complicada mezcla de alegría y preocupación la retirada del Ejército israelí. Para la mayoría, la salida israelí de los asentamientos ha sido un éxito para recuperar las tierras ocupadas, pero muchos de ellos se muestran preocupados por el futuro que espera a la franja de Gaza.

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