L D (EFE) El responsable del Instituto Armado, teniente coronel Andrés Bachiller, relató las actuaciones llevadas a cabo por los efectivos de la Comandancia desde la tarde del día 16 de julio, cuando se activó un equipo para atender a las poblaciones y a las carreteras y otro para investigar las causas del fuego, hasta el 9 de agosto. Esa investigación ha sido la que ha certificado que la barbacoa fue el origen del fuego, que quemó cerca de 13.000 hectáreas del noroeste de Guadalajara entre el 16 y el 21 de julio.
A este respecto, matizó que la persona responsable de esa barbacoa fue la única imputada por la Guardia Civil y puesta a disposición de la autoridad judicial, y explicó que fue la jueza de instrucción quien decidió que el resto de los participantes también declarara como imputados, con el objeto de que pudieran ir acompañados por sus abogados.
El teniente coronel explicó que a raíz de la publicación del informe del 112 en el que se apuntaba la existencia de un coche que perdía gasolina en una zona cercana al incendio menos de dos horas después de que se declarara el mismo, la Guardia Civil realizó una ampliación de diligencias que puso a disposición del juez. La investigación demostró que en el lugar donde fue avistado el coche no había rastro de fuego y que el conductor del mismo se había desplazado hasta allí con intención de colaborar en las tareas de extinción. La rotura de un manguito les hizo dejar el coche para desplazarse a buscar un recambio, momento en el que se produjo la llamada al 112 alertando de la presencia de un coche cerrado y vacío que perdía gasolina a chorros.
Respecto a la identificación de las víctimas, relató que los cadáveres no pudieron ser rescatados hasta el mediodía del día 18 y agregó que a las 0,40 horas del 20 de julio los especialistas de la Guardia Civil ya habían completado la identificación, que se realizó en un "tiempo récord". Bachiller mencionó que la incertidumbre sobre el número de fallecidos en el retén duró hasta la medianoche del día 17, cuando se confirmó que sólo había once personas que no respondían y se descartó que el número de muertos llegara a catorce.
A este respecto, hizo hincapié en que la patrulla que confirmó la existencia de al menos once cadáveres tuvo que abandonar la zona porque su vida corría peligro. Por otra parte, el mando de la Guardia Civil sostuvo que "no se puede hablar de descoordinación" en la evacuación de los pueblos afectados por el incendio, aunque sí de resistencia por parte algunos vecinos a abandonar sus casas. Bachiller concluyó su intervención pidiendo disculpas a aquellos ciudadanos a quienes la Guardia Civil "no haya prestado el servicio público que esperaban y sin duda merecían".
Habla el coordinador de incendios
Antonio Solís, coordinador provincial de incendios de Guadalajara y responsable de la coordinación del incendio durante el domingo 17 de julio, ha revelado también este miércoles en la comisión que Pedro Almansilla, el jefe del retén, no recibió ninguna orden precisa para dirigirse hasta el lugar concreto donde perdió la vida e indicó no saber las razones que le llevaron a ir hacia allí.
El compareciente, que también es jefe del Servicio del Medio Natural y amigo personal del fallecido, subrayó que se trataba de "un profesional impresionante, que conocía la zona perfectamente". Solís aclaró que la "desgracia imprevisible y fortuita" ocurrió en un flanco donde el fuego era de llama baja y permitía el ataque directo.
El compareciente, que también es jefe del Servicio del Medio Natural y amigo personal del fallecido, subrayó que se trataba de "un profesional impresionante, que conocía la zona perfectamente". Solís aclaró que la "desgracia imprevisible y fortuita" ocurrió en un flanco donde el fuego era de llama baja y permitía el ataque directo.
Homenaje a las víctimas convertido en un acto reivindicativo
El homenaje consistió en la plantación de once pinos, uno por cada uno de los fallecidos, que se han colocado junto a la ermita de San Mamés de Mazarete, en cuyo honor se celebran este miércoles las fiestas de la localidad, reducidas a las actividades infantiles. Además, se celebró una misa en la capilla a la que acudieron unas doscientas personas entre vecinos, familiares y alcaldes de la zona.
Muchos de los asistentes manifestaron escepticismo ante los resultados de la comisión y reiteraron sus quejas ante la forma en que las Administraciones actuaron durante el incendio. Así, Felipe Solano, padre de una de las víctimas, aludió a la falta de preparación y formación de los retenes forestales y manifestó que "nuestros deudos estarán en el cielo sonriendo, pero, sonreirían mejor si en el futuro se evitan los fallos que este incendio ha puesto al descubierto".
Por su parte, Isabel Villaverde, que perdió en este incendio al único hijo que tenía, pidió que "se investigue desde el primer día por qué no hubo medios, por qué no funcionó nada y que quien lo haya hecho mal que pague por ello, que paguen todos", dijo.
Además, Jesús Sanz, miembro de la comisión organizadora de este homenaje recordó la valentía de los vecinos de Mazarete "ante la incomprensión y apatía de los que tenían que tomar decisiones y no lo hicieron, por lo que, al final, lo tuvimos que hacer los propios vecinos para evitar que el fuego entrara en el pueblo".
Por su parte, el portavoz de la Plataforma Monte y Vida, constituida tras el incendio, Jesús Sobrino, se mostró escéptico con los resultados que vaya arrojar la comisión de investigación, ya que -dijo- "si al principio se propusieron cien personas, al final solo han quedado quince". Los miembros de los retenes presentes expresaron su decepción porque un mes después del incendio siguen careciendo de medios suficientes y de la coordinación necesaria para hacer frente a las llamas con eficacia.