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Benedicto XVI condena el nazismo en una visita histórica a la Sinagoga de Colonia

En su segundo día en Alemania, el Papa Benedicto XVI ha condenado con dureza en la Sinagoga de Colonia el nazismo, al que calificó de "demencial ideología racista de matriz neopagana" y reiteró su deseo de mejorar las relaciones de la Iglesia Católica con el pueblo judío. El Obispo de Roma advirtió también de que por "desgracia" actualmente están surgiendo nuevos signos de antisemitismo y de hostilidad generalizada hacia los extranjeros. Con esta importante visita, Benedicto XVI se convierte en el segundo pontífice, tras Juan Pablo, II que visita un templo judío.  

En su segundo día en Alemania, el Papa Benedicto XVI ha condenado con dureza en la Sinagoga de Colonia el nazismo, al que calificó de "demencial ideología racista de matriz neopagana" y reiteró su deseo de mejorar las relaciones de la Iglesia Católica con el pueblo judío. El Obispo de Roma advirtió también de que por "desgracia" actualmente están surgiendo nuevos signos de antisemitismo y de hostilidad generalizada hacia los extranjeros. Con esta importante visita, Benedicto XVI se convierte en el segundo pontífice, tras Juan Pablo, II que visita un templo judío.  
L D (Europa Press) El Papa que el pasado jueves aterrizó en su país natal para participar en la XX Jornada Mundial de la Juventud, ha acudido este viernes a la Sinagoga de Colonia, donde ha criticado duramente al nazismo en un discurso ante los líderes religiosos judíos de la ciudad alemana: “En el siglo XX, en el tiempo más oscuro de la historia alemana y europea, una demencial ideología racista, de matriz neopagana, dio origen al intento, planeado y realizado sistemáticamente por el régimen, de exterminar el judaísmo europeo. Se produjo así lo que ha pasado a la historia como la Shoa, el holocausto"
 
El Obispo de Roma advirtió también que por "desgracia" actualmente están surgiendo nuevos signos de antisemitismo y de hostilidad generalizada hacia los extranjeros. "Desafortunadamente están resurgiendo nuevos signos de antisemitismo y aparecen diversas formas de hostilidad generalizada hacia los extranjeros. Es un motivo de preocupación. La Iglesia se compromete en favor de la tolerancia, el respeto, la amistad y la paz entre todos los pueblos, las culturas y las religiones", dijo Benedicto XVI tras condenar el nazismo.
 
El Pontífice dijo que las generaciones actuales no conocieron los terribles acontecimientos ocurridos antes y durante la Segunda Guerra Mundial, en referencia al nazismo y el holocausto, y señaló que la Iglesia tiene la obligación de transmitir los valores para que no vuelvan a ocurrir hechos similares. El rabino jefe, Netanel Teitelbaum, ha expresado su agradecimiento al Papa por la visita, que calificó de "señal de esperanza". "Hoy usted tributa un gran honor a nuestra comunidad. Es un signo de que prosigue la armonía entre nosotros y vosotros. Esta visita es un signo de esperanza para todo el mundo, el Templo de Jerusalén puede ser finalmente reconstruido si nos apoyan todas las religiones", dijo el rabino. Asimismo, quiso  manifestar que los judíos tienden la mano a los deseos de paz y concluyó su discurso afirmando que "todo Israel espera la paz y dice paz".
 
Un momento emocionante fue cuando Teitelbaum habló de su madre, que aún lleva en el brazo el número que le tatuaron en un campo de concentración y cómo no podía haber nunca imaginado que su hijo hoy hablaría con el Papa. Entre los asistentes al acto, dijo, había personas que vivieron la 'Noche de los cristales rotos'.
 
Durante la visita, el Papa atravesó la "Gedenkhalle" o la sala conmemorativa, donde se detuvieron para recordar a los seis millones de judíos, varios miles procedentes de Colonia, asesinados en el Holocausto. Benedicto XVI permaneció en silencio y en actitud orante durante el rezo judío, y luego entró en la sala principal mientras el coro cantaba Shalom alechem ("la paz sea contigo").
 
Tras los mensajes de los representantes judíos, el Pontífice, que comenzó su discurso con el tradicional saludo hebreo Shalom alechem, aseguró que tras su "elección como sucesor del apóstol Pedro" deseaba "ardientemente", con ocasión de su primera visita a Alemania, encontrarse "con la comunidad hebrea de Colonia y los representantes del judaísmo alemán" y añadió su "deseo de confirmar la intención de continuar el camino hacia una mejora de las relaciones y de la amistad con el pueblo hebreo, en el que el Papa Juan Pablo II ha dado pasos decisivos".
 
El Santo Padre quiso recordar que este año se celebra el sesenta aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis y retomó las palabras pronunciadas por Juan Pablo II para esa ocasión: "Los acontecimientos terribles de entonces han de despertar incesantemente las conciencias, extinguir los conflictos y exhortar a la paz". Tras su discurso, la comunidad judía se puso en pie para aplaudir al Papa y después se produjo el tradicional intercambio de regalos. Benedicto XVI regaló una copia litográfica de una Biblia conservada en la Biblioteca Vaticana y recibió el tradicional shofar, el cuerno judío.

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