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Pedro J. Ramírez se querella contra el diputado de ERC Joan Puig por allanamiento de morada

El director del diario "El Mundo" ha presentado en el Tribunal Supremo una querella criminal contra el diputado de ERC, Joan Puig, y otras nueve personas por entrar hasta la piscina de su casa en Mallorca el pasado día 13 por allanamiento de morada. También ha denunciado al delegado del Gobierno en Baleares y a varios guardias civiles por denegación de auxilio.

El director del diario "El Mundo" ha presentado en el Tribunal Supremo una querella criminal contra el diputado de ERC, Joan Puig, y otras nueve personas por entrar hasta la piscina de su casa en Mallorca el pasado día 13 por allanamiento de morada. También ha denunciado al delegado del Gobierno en Baleares y a varios guardias civiles por denegación de auxilio.
L D (Europa Press) El periodista Pedro J. Ramírez, director del diario "El Mundo", se querella por el delito de denegación de auxilio contra el delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, y los guardias civiles que, según su denuncia, presenciaron la manifestación ilegal y no impidieron el asalto.  La denuncia contra el dirigente de ERC es por allanamiento de morada con fuerza y violencia, coacciones, manifestación ilegal, lesiones y amenazas.
 
La querella ha sido formulada por el director de "El Mundo", su jefe de escoltas y dos guardias jurados que estaban trabajando en su casa en el momento de los hechos. Se ha presentado en la Sala Segunda, de lo Penal, del Supremo, por la condición de diputado de Joan Puig, que es aforado ante dicho tribunal.
 
Los otros querellados por allanamiento son Joan Lladó (presidente de ERC en Baleares); Jaume Sastre (líder del "Lobby per la Independencia" balear); Pere Daniel Pol Creus (concejal de Los Independientes de Benisalem); Concepción Peña (concejal por IU en el Ayuntamiento de Son Servera); María Antonia Vadel (diputada del Parlamento balear por el PSM); Andreu Pascual (de IU-El Vers); Randa Ramón (secretaria general del PSM); José Martí Sastre y Bernardo Fiol Moya.
 
Según la querella, los hechos se enmarcan en una campaña coactiva que viene sufriendo Pedro J. Ramírez desde el verano de 2004, liderada por el independentista Jaume Sastre, cuyo objetivo es "torcer la línea editorial" del diario "El Mundo", opuesta frontalmente a la independencia de territorios nacionales auspicada por grupos independentistas. El querellante relata que la primera concentración ilegal y coactiva en los alrededores de su casa se produjo el 16 de agosto de 2004, y hubo una segunda el 14 de julio de este año.
 
El pasado 12 de agosto, se convocó una nueva manifestación, por parte de Sastre y el diputado Joan Puig, para el día siguiente en el domicilio de Ramírez, con el fin de acceder a la piscina, cuyo uso público, así como el derecho de paso hasta la misma, está suspendido por orden del Ministerio de Medio Ambiente de 7 junio de este año. Es decir, que actualmente es de uso privado, según subraya la querella.
 
Puig entró en la piscina pese a la advertencia de la suspensión de su uso público
 
Paralelamente, unos guardias civiles de paisano se habían infiltrado entre los manifestantes, por orden del delegado del Gobierno en Baleares, al objeto de impedir la invasión de la vivienda de Ramírez. Según el relato de hechos de la querella, a las 11.30 del pasado día 13, unas cincuenta personas se manifestaron en las inmediaciones de la casa de Ramírez, y media hora después, diez de ellas (entre ellas Joan Puig con su carné de diputado en la boca) "invadieron" el domicilio del periodista, pese a las advertencias de los querellados de que existía la resolución gubernativa que suspendía el uso público de la piscina y el derecho de paso a la misma.
 
El acceso se produjo entonces por la fuerza, causando lesiones a los vigilantes de seguridad de la casa, e insultando gravemente a los propietarios de la vivienda y a los guardas con palabras como "matones", "hijos de puta", "cabrones" y "maricones". La querella añade que de los hechos fueron testigos los guardias civiles infiltrados sin que hicieran "absolutamente nada por impedir" el allanamiento.
 
Pedro J.Ramírez siguió los hechos, acompañado de su mujer, Agatha Ruiz de la Prada, y la hija de ambos de 14 años, desde una cabina de seguridad de la empresa que presta servicio de vigilancia, a través de los monitores de las cámaras instaladas en el recinto. Los tres se refugiaron allí por temor a que los asaltantes entraran al resto de la casa.
 
El periodista llamó desde allí tres veces por teléfono al delegado del Gobierno, a quien recordó que la víspera le había garantizado que impediría el asalto a la casa. En la tercera conversación, Socías le dijo que la Guardia Civil no le había obedecido y que "el teniente coronel me dice una cosa y luego hace otra". Pedro J.Ramírez ha adjuntado a la querella las grabaciones de vídeos y las fotografías que se sacaron de los hechos, así como el parte de lesiones de los dos guardias de seguridad. Uno de ellos llevará una escayola en el brazo izquierdo para recuperarse, y el otro tuvo contusiones en la muñeca izquierda y en ambas piernas.
 

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