L D (EFE) El texto constitucional, consensuado por los chiíes y los kurdos, fue presentado el pasado lunes al Parlamento, pero varias de sus cláusulas fueron rechazadas por los representantes de la comunidad suní.
El primer ministro, Ibrahim al Yafari, aludía a la decisión del Parlamento de postergar su reunión y a las objeciones de los suníes respecto a varias de las cláusulas del borrador de la Carta Magna, consensuado por los kurdos y los chiíes, y presentado el lunes pasado a la cámara. "Creo que los asuntos contenciosos son pocos y no deben constituir un obstáculo ante la aprobación de una Constitución histórica", añadió Yafari.
La objeciones suníes, especialmente en lo que se refiere al federalismo y el reparto de la riqueza petrolera, llevaron el pasado lunes al Parlamento a conceder a los líderes políticos un plazo de tres días, que expira esta medianoche, para que lleguen a un acuerdo definitivo. Según la ley que rige el proceso de transición en Irak, el borrador debía haber sido entregado a la asamblea el pasado 15 de agosto, pero el plazo fue prorrogado debido a las divergencias.
En caso de ser aceptado por la cámara, el documento deberá ser sometido a un referéndum a mediados de octubre próximo y, si es aceptado, el Parlamento se disolverá y se convocarán elecciones generales en diciembre. Los suníes, que pese a ser minoritarios en Irak gobernaban durante la dictadura de Sadam Husein, boicotearon las elecciones del pasado 30 de enero, las primeras en cinco décadas en Irak.
Varios grupos políticos suníes han expresado, no obstante, que quieren participar en el referéndum de octubre sobre el borrador, pero amenazaron con votar con el "no" si el documento no es enmendado para incluir sus reivindicaciones.
Pese a todo, el presidente iraquí, Yalal Talabani, que recibió este jueves a representantes de la comunidad suní, se mostró confiado en la posibilidad de alcanzar un acuerdo sobre el texto constitucional antes de que expire el plazo dado por el Parlamento. "Los esfuerzos prosiguen en busca de un consenso sobre el borrador, que se podría alcanzar en las próximas horas", dijo Talabani en un rueda de prensa junto con una delegación de los opositores suníes. El mandatario se mostró, igualmente, partidario de conceder "un mayor papel a los suníes en la Carta Magna", ya que según su opinión, en ella deben estar representadas las aspiraciones de todas las comunidades iraquíes.
Por su parte, Saleh al Mutlaq, portavoz de los suníes en la Comisión que redacta el texto constitucional, alabó los "ingentes esfuerzos" que realiza Talabani para conducir a las partes a un acuerdo. Sin embargo, advirtió que los suníes nunca darán su brazo a torcer en asuntos capitales como los relativos a la unidad y la soberanía.
La polémica sobre el borrador coincide con llamamientos en favor de la calma hechos por varios líderes políticos y religiosos iraquíes tras los enfrentamientos del miércoles entre seguidores de dos agrupaciones que pertenecen a la rama chií del Islam. Los enfrentamientos, en los que murieron siete personas, tuvieron lugar en la ciudad santa de Nayaf, a unos 170 kilómetros al sur de Bagdad.
El primer ministro iraquí advirtió este jueves de que semejantes acciones pueden "obstaculizar el proceso político" y pidió unidad a todos los iraquíes para hacer frente a la violencia. Este mismo jueves al menos trece personas han muerto en atentados ocurridos en Bagdad y el norte de Irak. Además, la Policía iraquí ha encontrado los cadáveres de 36 hombres, todos con una bala en la cabeza y con las manos atadas a la espalda, en el arcén de una carretera situada al sur de Bagdad. Según fuentes de la seguridad, la Policía cree que estas personas fueron asesinadas hace tres o cuatro días, pero no ha conseguido identificar a ninguna.
La objeciones suníes, especialmente en lo que se refiere al federalismo y el reparto de la riqueza petrolera, llevaron el pasado lunes al Parlamento a conceder a los líderes políticos un plazo de tres días, que expira esta medianoche, para que lleguen a un acuerdo definitivo. Según la ley que rige el proceso de transición en Irak, el borrador debía haber sido entregado a la asamblea el pasado 15 de agosto, pero el plazo fue prorrogado debido a las divergencias.
En caso de ser aceptado por la cámara, el documento deberá ser sometido a un referéndum a mediados de octubre próximo y, si es aceptado, el Parlamento se disolverá y se convocarán elecciones generales en diciembre. Los suníes, que pese a ser minoritarios en Irak gobernaban durante la dictadura de Sadam Husein, boicotearon las elecciones del pasado 30 de enero, las primeras en cinco décadas en Irak.
Varios grupos políticos suníes han expresado, no obstante, que quieren participar en el referéndum de octubre sobre el borrador, pero amenazaron con votar con el "no" si el documento no es enmendado para incluir sus reivindicaciones.
Pese a todo, el presidente iraquí, Yalal Talabani, que recibió este jueves a representantes de la comunidad suní, se mostró confiado en la posibilidad de alcanzar un acuerdo sobre el texto constitucional antes de que expire el plazo dado por el Parlamento. "Los esfuerzos prosiguen en busca de un consenso sobre el borrador, que se podría alcanzar en las próximas horas", dijo Talabani en un rueda de prensa junto con una delegación de los opositores suníes. El mandatario se mostró, igualmente, partidario de conceder "un mayor papel a los suníes en la Carta Magna", ya que según su opinión, en ella deben estar representadas las aspiraciones de todas las comunidades iraquíes.
Por su parte, Saleh al Mutlaq, portavoz de los suníes en la Comisión que redacta el texto constitucional, alabó los "ingentes esfuerzos" que realiza Talabani para conducir a las partes a un acuerdo. Sin embargo, advirtió que los suníes nunca darán su brazo a torcer en asuntos capitales como los relativos a la unidad y la soberanía.
La polémica sobre el borrador coincide con llamamientos en favor de la calma hechos por varios líderes políticos y religiosos iraquíes tras los enfrentamientos del miércoles entre seguidores de dos agrupaciones que pertenecen a la rama chií del Islam. Los enfrentamientos, en los que murieron siete personas, tuvieron lugar en la ciudad santa de Nayaf, a unos 170 kilómetros al sur de Bagdad.
El primer ministro iraquí advirtió este jueves de que semejantes acciones pueden "obstaculizar el proceso político" y pidió unidad a todos los iraquíes para hacer frente a la violencia. Este mismo jueves al menos trece personas han muerto en atentados ocurridos en Bagdad y el norte de Irak. Además, la Policía iraquí ha encontrado los cadáveres de 36 hombres, todos con una bala en la cabeza y con las manos atadas a la espalda, en el arcén de una carretera situada al sur de Bagdad. Según fuentes de la seguridad, la Policía cree que estas personas fueron asesinadas hace tres o cuatro días, pero no ha conseguido identificar a ninguna.