L D (EFE) Se han notificado 15 casos en Zaragoza, aunque uno de ellos no está vinculado a la capital, de 10 hombres y 5 mujeres, de los que permanecen ingresados 12. Cuatro de ellos están en la UCI, dos en estado muy grave, dos graves, otros siete con evolución favorable y tres dados de alta, además de otro sobre el que no se tienen datos.
La fecha probable del inicio del brote es el pasado 16 de agosto, y ya se ha puesto en marcha la investigación para determinar la fuente del mismo, con la inspección de 26 instalaciones de refrigeración, de las que cuatro han sido ya suspendidas cautelarmente, precisó Gómez López en rueda de prensa.
De los catorce casos vinculados a la capital aragonesa, once se sitúan en una zona muy concreta, hacia el sur del paseo de la Independencia, entre las calles San Ignacio de Loyola, el camino de las Torres y el entorno del parque Miraflores, la mayoría residentes y otros que visitan el área durante varias horas al día. La hipótesis es que la infección sea domiciliaria y no en algún establecimiento comercial, agregó Gómez López, con una posible fuente de infección en la zona de donde viene el viento respecto al lugar de residencia de los afectados.
Dos de los enfermos son de otras comunidades autónomas, y de los doce ingresados, once se encuentran en centros de la capital aragonesa -nueve en el Hospital Miguel Servet, uno en el Clínico Universitario y otro en el Militar- y uno en Murcia. En cuanto a su edad, cinco tienen entre los 70 y 79 años, cuatro entre 40 y 49, tres entre 60 y 69, dos entre 30 y 39 y uno entre 80 y 89. Se está estudiando caso por caso para conocer los factores de riesgo y el Servicio Aragonés de Salud y otros servicios asistenciales están en alerta para notificar inmediatamente si existe sospecha de posible casos.
El brote se ha notificado al Ministerio de Sanidad y Consumo y a los centros nacionales de Epidemiología y Microbiología, al Ayuntamiento de Zaragoza, que vigila una parte de las instalaciones de riesgo, y a las asociaciones ciudadanas y de consumidores. La consejera de Salud, Luisa María Noeno, que ya ha solicitado comparecer ante las Cortes de Aragón para informar de la situación, apuntó que la legionela es de "crecimiento lento" y antes de unos diez días no se dispondrá del resultado de los análisis realizados.
El ministerio de Sanidad y Consumo, por su parte, ha puesto a disposición del Gobierno de Aragón los medios de su departamento, tanto técnicos como humanos, ante el brote de legionelosis. La nota del ministerio añade que está en contacto permanente con la Dirección General de Salud Pública del Departamento de Salud y Consumo de Aragón.
Uno de los últimos brotes de legionela que se registró en Zaragoza se detectó en unas torres de refrigeración del Hospital Clínico de Zaragoza en junio de 2004, que afectó a 32 personas, de las que siete fallecieron.