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Zapatero asume "personalmente" la gestión del Estatuto y pide "silencio" al PSOE

Ante el enfrentamiento entre dirigentes socialistas y PSC por la reforma del Estatuto catalán, protagonizado en los últimos días por Montilla y Rodríguez Ibarra, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, asumirá "en primera persona" la dirección del proceso a petición de la Ejecutiva de su partido, reunida este miércoles. Según fuentes socialistas, no hubo alusiones a las polémicas declaraciones de Blanco ni de Montilla ni de Rodríguez Ibarra. Como primera decisión, Zapatero ha pedido "silencio" a todos los miembros de la Ejecutiva.

Ante el enfrentamiento entre dirigentes socialistas y PSC por la reforma del Estatuto catalán, protagonizado en los últimos días por Montilla y Rodríguez Ibarra, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, asumirá "en primera persona" la dirección del proceso a petición de la Ejecutiva de su partido, reunida este miércoles. Según fuentes socialistas, no hubo alusiones a las polémicas declaraciones de Blanco ni de Montilla ni de Rodríguez Ibarra. Como primera decisión, Zapatero ha pedido "silencio" a todos los miembros de la Ejecutiva.

L D (Agencias) En su primera cita tras el verano, la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE pasó revista a la situación política, en la que destaca el proceso de reformas estatutarias y, especialmente, el caso catalán, sobre el que han polemizado este verano dirigentes de distintas federaciones y sensibilidades del partido. Habida cuenta de que ese proceso de reformas entra en su recta decisiva, pues el Estatuto valenciano llega al Congreso dentro de dos semanas y el catalán está en su fase final en el Parlamento, varios miembros de la dirección del partido pidieron a su secretario general una mayor implicación personal en el proceso alegando que permitiría unificar posiciones.

En fuentes socialistas se asegura que Zapatero hizo suyo el llamamiento y se comprometió a asumir mayor protagonismo tanto en este asunto como en el diálogo social. Como primera decisión, Zapatero pidió "silencio" sobre la reforma del estatuto catalán a todos los miembros de la Ejecutiva del PSOE para "no crear distorsiones en un debate que todavía tiene mucho recorrido", informaron a Efe fuentes socialistas. Las mismas fuentes aseguraron que Zapatero no se dirigió a nadie en concreto cuando instó a los miembros de su partido a que no se pronunciaran sobre la norma catalana, y recordaron que se trata de una petición que el líder de los socialistas realiza de forma habitual en estos encuentros. "Pronunciarse sobre algo cuando no hay un texto es un poco estéril", agregaron las fuentes consultadas.
 
Aprovechó también para despejar inquietudes en el partido: "No tenemos que lidiar con las reformas porque las reformas son nuestras", dijo a sus dirigentes. En la Ejecutiva, el primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, informó a sus compañeros de las negociaciones para la aprobación de la reforma catalana, cuya aprobación o no por el Parlamento está "al cincuenta por ciento".
 
Según informaron a Europa Press asistentes a la Ejecutiva, Montilla sigue pensando que el principal inconveniente para el Estatuto es CiU, que en su opinión no quiere que prospere la reforma, pero espera que el informe del Consejo Consultivo, que se espera para el lunes, abra la puerta a recuperar el consenso en el Parlamento.
 
Un enfrentamiento aplazado
 
No hubo alusiones directas a las recientes declaraciones del secretario de Organización, José Blanco, avisando de que la polémica del Estatuto se aleja de la ciudadanía. Blanco comentó después de la reunión que tampoco él había hecho comentarios sobre las afirmaciones de Montilla en respuesta a sus palabras.  El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, tampoco hizo hincapié en la Ejecutiva en sus dudas sobre la constitucionalidad del Estatuto o en su idea de la primacía de la doctrina del PSOE sobre el PSC, aunque tanto él como el secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, tienen intención de incidir en esta cuestión el sábado en las reuniones del Comité Federal y del Consejo Territorial. Sobre estas posiciones, Blanco dijo que responderá cuando se planteen el sábado, si finalmente se presentan.
 
En ese contexto, el presidente del Gobierno tiene intención de reunirse esta semana en Madrid con el presidente de la Generalidad y principal promotor de la reforma catalana, Pasqual Maragall, según anunció éste ayer, lo que confirma la voluntad de Zapatero de liderar el proceso.
 
En la rueda de prensa posterior a la Ejecutiva, Blanco insistió en que el PSOE está decidido a actualizar el modelo autonómico a través del diálogo y en el marco constitucional y aseguró que todos los socialistas, "sin excepción", coinciden en desear que la reforma catalana "llegue a buen puerto" y con esas condiciones: consenso y Constitución. "El Estado de las Autonomías ha funcionado bien y no está ni sobrepasado ni agotado, pero no es pétreo y por eso nos hemos propuesto actualizarlo", comentó, para agregar a continuación una crítica al PP: "Pero en el terreno de la modernización, siempre se choca con las posiciones inmovilistas, que son las del PP".

En cuanto a la polémica generada en la Comunidad Valenciana por sus dudas sobre el encaje constitucional de algún aspecto de la reforma estatutaria de esa comunidad, Blanco indicó que tanto los 'populares' como los socialistas valencianos coinciden en que el proyecto se puede mejorar técnicamente en el Congreso. "En esa línea se trabajará --continuó--, pero se hará con amplio consenso, como se hizo la reforma".  Además, aprovechó para recordar que la reforma pactada en la Comunidad Valenciana cuestiona, a su juicio, el discurso de la dirección nacional del PP, ya que contempla asuntos que no se aceptaban en 'Génova' como las agencias tributarias consorciadas y los órganos judiciales autonómicos.

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