LD (EFE) En un decreto emitido a última hora, el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ordenó a las fuerzas del orden que desalojen forzosamente, si hace falta, a los habitantes que, pese a la evacuación obligatoria en vigor, se han negado a abandonar sus casas. Los agentes, indicó, "deben obligar la evacuación de todas las personas no autorizadas, aunque estén en fincas particulares o no quieran marcharse".
El ochenta por ciento de Nueva Orleans quedó cubierto por las aguas tras el paso del huracán "Katrina", que hace poco más de una semana arrasó los estados sureños de Luisiana, Misisipi y Alabama. A diez días del paso del fenómeno meteorológico, el sesenta por ciento de las calles de Nueva Orleans permanecen anegadas.
Pese a la obligatoriedad de la evacuación y a las advertencias de las autoridades del riesgo de epidemias para aquellos que se queden en la ciudad, donde ya se han registrado cinco muertos de cólera, muchas personas aún se han resistido a marcharse. La Policía hasta ahora sólo ha instado a los residentes aún presentes en la ciudad a abandonar la zona y veía el desalojo forzoso, ahora autorizado por el alcalde, como un último recurso. Según informes oficiales, alrededor de diez mil personas se niegan a ser evacuadas pese a las advertencias de que tendrán que salir por la fuerza.
Cinco muertos por cólera en Nueva Orleans y otros cinco en Mississippi
El alcalde explicó que "hay toxinas en el agua, hay filtraciones de gas, puede haber explosiones", señaló en momentos en que los bomberos luchaban contra al menos cuatro incendios. Añadió que si las aguas contaminadas y el petróleo se mezclan con los gases en llamas "que Dios nos bendiga". De allí su orden para que la policía sea más enérgica para hacer cumplir la orden de que los últimos rezagados salgan de la ciudad.En algunas zonas, embarcaciones de los equipos de rescate llegaron el martes hasta casas inundadas y trataron de sacar de ellas a sus moradores ofreciéndoles alimentos. El peligro de enfermedades causadas por la contaminación del que las autoridades venían advirtiendo durante los últimos dos días se hizo realidad el martes cuando cinco personas murieron de cólera, según informó la cadena de televisión CNN. El peligro mayor, además de las enfermedades gastrointestinales, lo representa la posibilidad de que se declare un brote de hepatitis A generado por la presencia de bacterias en las aguas putrefactas, dijeron las autoridades sanitarias.
El problema del agua está afectando también los estados de Mississippi, donde al menos cinco personas han muerto por infecciones bacterianas, según informaron este miércoles los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en EEUU. Los primeros indicios, según las fuentes, apuntan a que las víctimas contrajeron una infección por "Vibrio Vulnificus", una bacteria que se encuentra en el agua sucia y que pertenece a la familia del germen que causa el cólera.
Respuesta "inaceptable"
Ante la magnitud del desastre, el presidente George Bush se reunió con líderes de la Cámara de Representantes para analizar la situación en un encuentro "altamente tenso", según informó la CNN. Poco antes la senadora republicana Susan Collins, que ha pedido una investigación, acusó que la reacción del Gobierno había sido "horriblemente inadecuada". Por su parte, el senador republicano Trent Lott, quien perdió su casa en Misisipi, advirtió que el cargo de Michael Brown, como director de la Agencia de Manejo de Emergencias (FEMA) corre serio peligro.El presidente Bush, quien ha reconocido que la respuesta del Gobierno fue "inaceptable" ante la magnitud de la tragedia, anunció el martes que encabezará una investigación para determinar qué ocurrió. Pero, al mismo tiempo, se resistió a las demandas de que esa investigación sea inmediata, como lo ha pedido el senador demócrata Harry Reid.
Nuevos fondos de emergencia
Fuentes de la Casa Blanca informaron de que el presidente de EEUU, George W. Bush, pedirá este miércoles al Congreso una partida extraordinaria de 51.800 millones de dólares para la ayuda de primera necesidad a los damnificados por el huracán Katrina, cantidad que se agrega a una primera partida aprobada por el Congreso de 10.500 millones. Se espera que a la nueva cantidad le siga una partida adicional para ayuda y reconstrucción a largo plazo que, según fuentes del Congreso, podría superar los 100.000 millones de dólares.La partida incluye 1.400 millones de dólares para las Fuerzas Armadas desplegadas en el área, además de cuatrocientos millones destinados al Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que se encarga de reparar los murallones a través de los cuales se filtró el agua que inundó la ciudad de Nueva Orleans. El resto del dinero se entregará a la Administración Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), el órgano que se encarga de coordinar la ayuda federal.
Al anunciar la cifra, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, aseguró que el Gobierno no escatimará ningún esfuerzo para ayudar a las víctimas del huracán e indicó que "aún se necesitará más" en una fase posterior.