L D (EFE) Los vientos del huracán Rita, de fuerza cuatro, se han intensificado este miércoles hasta alcanzar los 225 kilómetros por hora y se pronostica que continúe fortaleciéndose hasta llegar a tener la fuerza del Katrina. Está previsto que el ciclón toque tierra este sábado en Texas, pero su fuerza podría alcanzar parte de Luisiana y México. Ante la situación, George Bush ha alertado a sus ciudadanos de que "debemos prepararnos para lo peor". Ya hay orden de evacuación obligatoria en Nueva Orleans y Galveston, mientras el alcalde de Houston ha recomendado a sus habitantes que abandonen la ciudad.
"Rita es un huracán extremadamente peligroso de categoría cuatro en la escala de intensidad Saffir-Simpson (de un máximo de cinco). Se espera un fortalecimiento adicional y podría alcanzar la categoría cinco en el centro del Golfo de México", alertó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, con sede en Miami. El huracán se dirige con toda su furia hacia la costa de Texas, cuyo gobernador, Rick Perry, ha declarado ese estado como área de desastre.
El CNH informó en su boletín de las 15.00 GMT que el ojo del ciclón se encontraba cerca de la latitud 24,3 norte y longitud 85,9 oeste, a 418 kilómetros al oeste de Cayo Hueso, en Florida, y a 1.215 kilómetros al este-sureste de Corpus Christi, Texas.
Rita se está desplazando a unos 22 kilómetros por hora hacia el oeste y se espera que mantenga ese movimiento las próximas 24 horas. Sus vientos huracanados se extienden en un radio de unos 72 kilómetros desde el centro del ciclón, y los vientos con fuerza de tormenta tropical (de 63 a 117 kilómetros por hora) llegan hasta los 225 kilómetros de radio.
Según los pronósticos de computadora del CNH, Rita tocaría tierra el próximo sábado en algún lugar de Texas y el cono de su posible trayectoria incluye el norte de México y el oeste de Luisiana. Ante la trayectoria del huracán, las autoridades de Texas han emitido una orden de evacuación obligatoria para Galveston, instrucción que también se ha dado para Nueva Orleans, en Luisiana.
El CNH informó en su boletín de las 15.00 GMT que el ojo del ciclón se encontraba cerca de la latitud 24,3 norte y longitud 85,9 oeste, a 418 kilómetros al oeste de Cayo Hueso, en Florida, y a 1.215 kilómetros al este-sureste de Corpus Christi, Texas.
Rita se está desplazando a unos 22 kilómetros por hora hacia el oeste y se espera que mantenga ese movimiento las próximas 24 horas. Sus vientos huracanados se extienden en un radio de unos 72 kilómetros desde el centro del ciclón, y los vientos con fuerza de tormenta tropical (de 63 a 117 kilómetros por hora) llegan hasta los 225 kilómetros de radio.
Según los pronósticos de computadora del CNH, Rita tocaría tierra el próximo sábado en algún lugar de Texas y el cono de su posible trayectoria incluye el norte de México y el oeste de Luisiana. Ante la trayectoria del huracán, las autoridades de Texas han emitido una orden de evacuación obligatoria para Galveston, instrucción que también se ha dado para Nueva Orleans, en Luisiana.
Galveston sufrió en septiembre de 1900 la embestida de un huracán categoría cuatro que ocasionó la muerte de más de 8.000 personas y se considera como el peor desastre natural en la historia de Estados Unidos, según datos del CNH. Los meteorólogos han advertido que un huracán de categoría mayor podría enviar el sábado una marejada de casi siete metros de altura sobre algunas partes de la costa tejana, de 965 kilómetros. Texas ya alberga a unos 400.000 damnificados que huyeron del azote del Katrina.
Bush alerta a sus ciudadanos
En una intervención ante la Coalición Judía Republicana, Bush indicó que "rezamos para que no se trate de otra tormenta devastadora" tras el paso de Katrina y exhortó a los ciudadanos a "escuchar muy atentamente las advertencias" de las autoridades sobre evacuaciones y otras medidas de precaución.
Nueva Orleans, amenazada de nuevo
Los expertos no excluyen que el huracán pueda virar a la derecha y poner así en peligro a Luisiana, el estado más dañado por el paso del Katrina el pasado 29 de agosto. Los ingenieros ya han advertido de que, aunque las brechas de los murallones están reparadas, "la protección es muy ligera" y una precipitación de ocho centímetros podría volver a romperlos e inundar de nuevo la capital mundial del jazz.
Además de reforzar los muros, los militares y trabajadores de empresas privadas trabajan para poner a punto el sistema de bombas de achique y de canales que protege la ciudad, donde el 40 por ciento de las bombas aún no funciona tras el desastre. El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, y la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, han advertido a los residentes de las zonas costeras de que estén preparados para una nueva evacuación. Ya se han dispuesto autobuses que podrán sacar a los residentes que se encuentran en el área.
Blanco, que ha declarado el estado de emergencia, espera "que este huracán acabe disipándose y no llegue hasta aquí. Este estado apenas puede soportar lo que ya lleva encima". Por su parte, Nagin, que fue muy criticado tras Katrina por haber decretado una evacuación obligatoria sin poner los medios para el transporte de quienes no lo tuvieran, ha asegurado que los nuevos planes de evacuación están a punto: "Esta vez estamos mucho mejor preparados. Hemos aprendido mucho".