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Grecia hunde a Francia en el último suspiro y se convierte en el primer finalista del Eurobasket (67-66)

Un triple de Dimitrios Diamantidis a tres segundos para el final ha dado a la selección griega de baloncesto una increíble victoria sobre Francia y, lo que es más importante, el pase a la final del Eurobasket 2005. El equipo heleno, que durante muchos minutos fue por detrás en el marcador ante los galos, luchará por el oro continental ante el ganador de la otra semifinal, la que disputarán a continuación Alemania y España.

Un triple de Dimitrios Diamantidis a tres segundos para el final ha dado a la selección griega de baloncesto una increíble victoria sobre Francia y, lo que es más importante, el pase a la final del Eurobasket 2005. El equipo heleno, que durante muchos minutos fue por detrás en el marcador ante los galos, luchará por el oro continental ante el ganador de la otra semifinal, la que disputarán a continuación Alemania y España.

L D (EFE) Los galos también picaron el anzuelo que el técnico Panagiotis Gianakis había echado a todos sus rivales en este Europeo. Grecia ha recuperado el estilo de juego que sus clubes patentaron por toda Europa en la década de los noventa, escaso en puntos, fuerte en defensa y realmente incómodo para los adversarios. A eso añadieron la fortuna de los ambiciosos porque nunca renunciaron al triunfo. A los griegos les importa poco retrasarse ligeramente y buscar marcadores escasos de puntos con tal de llevar el choque al terreno que ellos mejor saben manejar. Les gusta destrozar los nervios del oponente, hacerle dudar, impedirle marcar el ritmo. Luego, varían la marcha y aceleran los movimientos ofensivos. Es muy difícil controlar sus variaciones.

Francia tenía el partido ganado y tampoco fue capaz. Tiró la final por la borda fallando tiros libres -dos de Anthony Parker en principio y, a continuación, Antoine Rigaudeau erró el primero de dos tandas de forma consecutiva-. Le pusieron el triunfo en bandeja a los griegos, aunque había que meterla. De eso se encargó Diamantidis con algo más de tres segundos para la bocina. El cuadro bleu había sido otro equipo desde que eliminó a Serbia y Montenegro. A Eslovenia no le dio opción y contra los griegos mantuvo la cabeza fría pese a un bache muy pronunciado en el primer cuarto hasta que le tocó el turno de decidir. Entonces los que decidieron fueron los helenos.

Los hombres de Claude Bergeaud cogieron la manija de salida (9-12 m.8) para encajar un parcial de 7-0 culminado por el barcelonista Michalis Kakiuzis en poco más de un minuto (16-12 m.9) y, poco después, recibir la mayor ventaja griega de la noche (25-20 m.16). Francia había empezado de nuevo sin Tony Parker, pero su entrada en cancha resultó vital. El jugador de San Antonio Spurs (NBA) lideró la respuesta gala (27-27) y acabó la primera mitad como máximo realizador del partido -trece puntos-. No podía imaginarse lo que le reservaba el destino en forma de tiros libres.

Una vez anulada la ventaja de Grecia, Francia plantó cara en la batalla por el ritmo, así como en el marcador. El partido se igualó por completo (44-45 m.30) y, mediado el último tramo, la incertidumbre continuaba sobre el parqué del Belgrado Arena (47-50) pese a que el combinado de la Acrópolis había logrado ralentizar de nuevo la anotación. Hasta ahí todo bien para los griegos. Mientras, Francia les esperaba agazapada para aprovechar su oportunidad. Y la aprovecho, pero para desperdiciarla de forma absurda. Parker clavó lo que parecía la puntilla a falta de 1:12 para el final (51-58). Los franceses, subcampeones olímpicos en Sydney 2000 y cuartos en el Europeo de Suecia 2001, creyeron que tenían asegurada la final. Pero contaron con el oficio griego ni con la muñeca de Diamantidis. Grecia, finalista por tercera vez en la historia. El oro de Atenas'89 puede repetirse en Belgrado 2005.

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