L D (EFE) Benabdelá, que es también ministro de la Comunicación del Gobierno de coalición marroquí, insistió en que las autoridades marroquíes están tratando de reagrupar a los inmigrantes subsaharianos en la ciudad de Uxda, en el noroeste del país, para repatriarlos desde allí conforme se alcancen acuerdos en este sentido con los países de origen.
Unos 200 inmigrantes subsaharianos, que fueron trasladados a Bou Arfa por las autoridades de Marruecos tras haber sido detenidos a unos 800 kilómetros al norte, en la ciudad de Nador, intentaron escapar este domingo de los vehículos por miedo a su abandono en una zona desértica del suroeste del país. Los autobuses pararon en una estación de servicio de Bou Arfa para repostar y los inmigrantes, que viajaban esposados, trataron de huir por las ventanas mientras un voluntario de la Asociación de Amigos y Familias de Víctimas de la Inmigración Clandestina se tumbaba en la carretera para intentar, sin éxito, evitar su partida.
Según explicó a Efe el portavoz de Médicos Sin Fronteras, Javier Gabaldón, del millar de subsaharianos que estaban concentrados en Bou Arfa, unos 200 de distintas nacionalidades, -entre ellos una decena de mujeres, algunas embarazadas y con niños-, fueron conducidos de madrugada en dirección suroeste "posiblemente hacia la frontera con Mauritania".
Un diplomático guineano desplazado a la zona, Abubakar Sylla, ha denunciado la desaparición y posible deportación de unos 70 de sus compatriotas que hasta anoche permanecían en Bou Arfa.
Por otra parte, el embajador de Senegal en Marruecos, Ibon Ndiaye, declaró que espera trasladar a Uxda a 490 compatriotas localizados mientras erraban por el desierto, afincados en torno a ese ciudad o detenidos en el norte del país para poder trasladarlos al aeropuerto de esta localidad y desde allí vía aérea hasta Dakar.
Según fuentes de Médicos Sin Fronteras los inmigrantes que no proceden de Senegal y Malí podrían ser trasladados en autobuses hacia una zona desértica al sur de Agadir, a unos 1.000 kilómetros al oeste de Bou Arfa.
Unos 200 inmigrantes subsaharianos, que fueron trasladados a Bou Arfa por las autoridades de Marruecos tras haber sido detenidos a unos 800 kilómetros al norte, en la ciudad de Nador, intentaron escapar este domingo de los vehículos por miedo a su abandono en una zona desértica del suroeste del país. Los autobuses pararon en una estación de servicio de Bou Arfa para repostar y los inmigrantes, que viajaban esposados, trataron de huir por las ventanas mientras un voluntario de la Asociación de Amigos y Familias de Víctimas de la Inmigración Clandestina se tumbaba en la carretera para intentar, sin éxito, evitar su partida.
Según explicó a Efe el portavoz de Médicos Sin Fronteras, Javier Gabaldón, del millar de subsaharianos que estaban concentrados en Bou Arfa, unos 200 de distintas nacionalidades, -entre ellos una decena de mujeres, algunas embarazadas y con niños-, fueron conducidos de madrugada en dirección suroeste "posiblemente hacia la frontera con Mauritania".
Un diplomático guineano desplazado a la zona, Abubakar Sylla, ha denunciado la desaparición y posible deportación de unos 70 de sus compatriotas que hasta anoche permanecían en Bou Arfa.
Por otra parte, el embajador de Senegal en Marruecos, Ibon Ndiaye, declaró que espera trasladar a Uxda a 490 compatriotas localizados mientras erraban por el desierto, afincados en torno a ese ciudad o detenidos en el norte del país para poder trasladarlos al aeropuerto de esta localidad y desde allí vía aérea hasta Dakar.
Según fuentes de Médicos Sin Fronteras los inmigrantes que no proceden de Senegal y Malí podrían ser trasladados en autobuses hacia una zona desértica al sur de Agadir, a unos 1.000 kilómetros al oeste de Bou Arfa.