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La CDU y el SPD comienzan a preparar por separado sus estrategias tras el acuerdo de coalición

Tras el acuerdo para entablar negociaciones de coalición, socialdemócratas (SPD) y conservadores (CDU) comenzaron este martes a preparar por separado sus respectivas estrategias y a concienciarse de que a partir de ahora deberá primar la cooperación y no el enfrentamiento. El secretario de organización de la CDU, Norbert Roettgen, dijo que "el parámetro que debe guiar nuestro trabajo es la solución de problemas. Ese es el criterio, y no el cumplimiento de los programas electorales".

L D (EFE)  Para algunos, como el propio presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Franz Müntefering, el éxito de las negociaciones no está todavía garantizado. "Como vengo diciendo siempre: nada está decidido mientras no esté decidido todo", repitió Müntefering en todas las entrevistas que concedió tras el acuerdo con los conservadores y después de tener que reconocer que fueron vanos los intentos de evitar que sea la aspirante conservadora, Angela Merkel, la que asuma la Cancillería.
 
Ute Vogt, otra de las vicepresidentas del partido, abundó en la misma dirección al subrayar que todavía no se puede decir si las negociaciones con los conservadores concluirán con éxito. Vogt calculó que las posibilidades de llegar a un acuerdo son de un "60 por ciento".
 
La victoria conservadora a la hora de designar a Merkel es uno de los puntos que resultan más problemáticos de digerir para el SPD, que pese a haber quedado un punto por detrás de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Cristiano Social (CDU/CSU) siguió apostando hasta el final por mantener a Gerhard Schroeder en la Cancillería.
 
El vicepresidente del grupo parlamentario socialdemócrata Michael Müller, exponente del ala izquierda de su partido, señaló que el éxito de las negociaciones dependerá de la capacidad de ponerse de acuerdo en los contenidos, pero auguró un periodo problemático con Merkel. "Va a ser muy difícil (trabajar) con ella, porque creo que no vale (para el cargo)", declaró hoy a la segunda cadena de televisión pública ZDF Müller, quien podría acabar formando parte del gabinete de Merkel, pues su nombre se baraja como posible ministro de Medio Ambiente. En una línea similar se expresó el portavoz de la corriente de derechas del SPD, Klaas Hübner, al afirmar que la disposición de los diputados socialdemócratas a votar a Merkel en su investidura en el Parlamento dependerá en gran medida de los contenidos del acuerdo de coalición.
 
La cúpula socialdemócrata empezó a delinear su estrategia de cara a esas negociaciones que formalmente empezarán la semana próxima y, según destacó la vicepresidenta del partido y ministra de Cooperación y Ayuda al Desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul, de momento lo principal es dibujar una serie de objetivos y no tanto hablar de quién ocupará qué ministerio. Entre los objetivos más importantes está, según Wieczorek-Zeul, dejar bien atado que el futuro gobierno mantenga intactos derechos fundamentales de los trabajadores como la cogestión empresarial, la independencia de los agentes sociales y la protección contra el despido.
 
Para conservadores de la línea liberal de Merkel, tener que asumir consignas claramente socialdemócratas ha resultado algo difícil de tragar, pero ese ha sido el precio que han tenido que pagar para obtener la Cancillería. "¿Quién ha ganado las elecciones del 18 de septiembre? Angela Merkel ha llegado a la cima. ¿Pero es así de verdad?" se preguntaba este martes el diario berlinés Die Tageszeitung en un editorial, antes de responder que el precio que pagará para asumir la Cancillería consiste en abandonar casi todo lo que quería políticamente. Con estos ejemplos, el rotativo dibuja algunas de las líneas que representará previsiblemente el futuro gobierno de gran coalición, una política que ha llevado a algunos comentaristas a describir a Merkel como la primera canciller conservadora de un gobierno socialdemócrata.
 

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