L D (Europa Press) El portavoz del Gobierno marroquí reconoció que la regularización de inmigrantes abordada por el Gobierno español fue "humanitaria y solidaria" pero que ha podido influir en la afluencia masiva de inmigrantes subsaharianos que intentan cruzar la frontera. Benbdallah también confirmó la gestión del rey Juan Carlos ante Mohamed VI, monarca marroquí, para conseguir que Marruecos permitiese la devolución extraordinaria de 73 inmigrantes que habían conseguido cruzar la valla en Ceuta y Melilla.
Benabdallah afirmó también que la crisis surgida tras las muertes de varios inmigrantes subsaharianos que intentaban la frontera con España en Ceuta y Melilla, y el posterior comportamiento de Marruecos, que abandonó a decenas de ellos en el desierto, obedecen al "juego político" español.
El Gobierno marroquí considera que esta situación ha sido "explotada políticamente" por parte de la prensa y los partidos políticos españoles con el fin de "dañar la imagen de Marruecos". Benabdallah propuso que ambos países "avancen juntos" en un "clima de confianza" y reconoció que la relación con el actual Gobierno español es mejor que la mantenida durante la presidencia de José María Aznar. Según el ministro, el problema de Ceuta y Melilla "no forma parte de las preocupaciones" principales de Marruecos. "No están en el orden del día", añadió.
Se niega a construir centros de acogida para “comodidad de Europa”
El ministro marroquí declaró también que se niega a instalar centros de acogida en su territorio para alojar a los inmigrantes que sean capturados en su territorio, desde el que intentan en España por vía marítima o terrestre. "Marruecos no tiene intención de acoger estos centros de tránsito y se niega a hacerlo porque no somos el territorio concernido directamente", declaró el portavoz del Ejecutivo marroquí. "No podemos gestionar la miseria de África para comodidad de Europa", se quejó el también ministro de Comunicación, quien exigió un "plan Marshall" de la Unión Europea (UE) que ayude a los países africanos para poner fin a esta ola de migraciones.
"Por muchos muros que construyamos, esto no parará el flujo", comentó el portavoz. En su opinión, "haría falta un policía cada diez metros o una valla electrificada enorme, que tiene un enorme coste económico", para frenar los intentos de entrada en Ceuta y Melilla. "Deseamos igualmente que Argelia asuma su responsabilidad en la seguridad de sus fronteras", alegó Benabdallah.
El reino alauí critica a Argel por considerar que la ausencia de vigilancia de la frontera de este país con Marruecos es uno de los pasillos utilizados por las mafias para llevar a los inmigrantes, en su gran mayoría subsaharianos, hasta la zona limítrofe con Ceuta y Melilla.