L D (Agencias) A su entrada a la sala, el británico Tony Alexander King entró a la sala diciendo "soy inocente; no he hecho nada", en presencia de numerosos periodistas y público que abarrotaban la sala.
José María Garzón, el abogado de la familia Carabantes –que ejerce como acusación particular– explicó a los periodistas a su llegada a la Audiencia que intentarán mantener las pruebas periciales "que son contundentes y rotundas" a pesar de lo que consideró una "falsa apariencia de no culpabilidad que no concuerda con lo que se ha instruido".
El letrado añadió que "venimos a mantener el escrito de acusación, donde está absolutamente probado el asesinato" y cree que "todos los datos apuntan sin ningún género de dudas al imputado". Por su parte, la madre de la joven asesinada, Encarnación Guzmán, –que tiene intención de asistir al juicio– admitió que está nerviosa, "aunque espero que la Justicia lo condene y que no salga más".
Expectación como con Farruquito
La vista oral ha generado una gran expectación, con alrededor de setenta periodistas acreditados de una treintena de medios de comunicación, interés que, según fuentes judiciales, es comparable a juicios celebrados recientemente como el del bailaor Farruquito.
En la primera de las cinco sesiones previstas para el juicio está previsto que las partes expongan los informes preliminares y que después declaren el acusado y los testigos, informa Efe.
Sonia Carabantes, de 17 años, desapareció en la madrugada del 14 de agosto de 2003 cuando regresaba a su casa tras asistir a la Feria de Coín, y su cadáver fue encontrado semienterrado en el término municipal de Monda (Málaga) tras cinco días de intensa búsqueda en la que participaron centenares de personas.
Los médicos determinaron días después que había sido estrangulada y golpeada, aunque entonces no se encontraron signos de que fuese agredida sexualmente. Casi un mes después, el 18 de septiembre de 2003, Tony King fue arrestado en Alhaurín El Grande (Málaga) después de que su compañera sentimental informara de que había visto unos restos de sangre en la ropa del británico y arañazos en la cara en la noche en la que desapareció Sonia, y añadió que el detenido había estado en la feria de Coín.
En su comparecencia ante el juez cuando fue detenido por su presunta implicación en el caso, King declaró que ese día fue a Coín, pero bebió mucho y sólo recordaba que había visto a la joven en la feria y que tuvo un accidente con su vehículo.
El perfil genético de King, obtenido a partir de unos calzoncillos y de una colilla que estaban en su casa, coincide con las muestras obtenidas en la investigación del asesinato de Sonia Carabantes y en la de la muerte de Rocío Wanninkhof, desaparecida el 9 de octubre de 1999 en Mijas (Málaga).