El Barcelona perdona a un inoperante Panathinaikos en el infierno griego (0-0)

(Libertad Digital) Pese al botín de un punto que se ha llevado del Olímpico de la capital griega, el Barça no despeja las dudas sobre su fútbol y ha aburrido con un juego plano. Los primeros diez minutos del equipo de Rijkaard fueron lo mejor del partido. Controló como quiso la situación con un fútbol dinámico y pudo marcar en un par de ocasiones. Eto'o aprovechó la defensa en línea para situarse ante Galinovic (m.7), pero el camerunés estrelló la pelota contra el meta croata. Después Van Bronckhorst, en un rápido lanzamiento de falta de Deco (m.9), disparó demasiado cruzado.

 

Sin embargo, a partir de entonces las continuas pérdidas de balón de los azulgrana dieron vida a los griegos, que se fueron animando con el paso de los minutos. Rijkaard había dispuesto de salida una alineación sin Messi ni Oleguer en el once inicial. Larsson jugó por la derecha, Márquez acompañó a Puyol en el eje defensivo y el equipo ofreció buenos detalles hasta que, sin motivo aparente, empezó a sufrir cuando los griegos jugaron balones en largo para la pareja de delanteros: Mantzios y el húngaro Torghelle. Precisamente, Mantzios tuvo en el minuto 20 la mejor ocasión de su equipo en todo el partido. Ganó la acción a Puyol, pero Valdés no tuvo dificultades en detener el balón. Sin poder trenzar juego, con múltiples errores en el pase, el Barcelona se sintió incómodo no por la calidad del rival, sino porque estuvo muchos minutos sin tener el balón y su fútbol fue demasiado previsible.

En el inicio del segundo tiempo, los azulgranas, que esta vez vestían de amarillo fosforito, intentaron mantener más el balón. Sus jugadores abrieron el campo y actuaron más por las bandas, con lo que se acercaron con más asiduidad sobre la meta de Galinovic. Una jugada de Ronaldinho permitió una nueva ocasión para Eto'o, pero el camerunés tampoco estuvo certero (m.54) y poco después Van Bommel, que había visto una tarjeta amarilla, dejó su puesto a Motta, con lo que Xavi ganó protagonismo en ataque, pero su equipo tampoco lo notó en exceso.

La entrada del argentino Leo Messi, en el minuto 67 por Henrik Larsson, dio algo más de profundidad en la banda izquierda y la apuesta final de Rijkaard fue Iniesta, quien jugó el cuarto de hora final. Eto'o, en el minuto 80, tuvo la victoria en sus botas. Un magnífico pase de Messi dejó al camerunés solo ante el meta. El 'nueve' barcelonista regateó a Galinovic y Biscan salvó sobre la línea de meta. A pesar de que en la parte final del encuentro el Barcelona presionó, no dispuso de más ocasiones y sumó un empate que seguramente le ayudará en la clasificación para octavos pero no para mejorar su estado anímico y mucho menos su juego.