(Libertad Digital) Las bromas que hicieron sonreír a Bono y a Zapatero en el Senado tienen una explicación. Una vez más, el ministro de Defensa ha sido víctima del sonido que captan las cámaras de televisión. Esta vez, no insultaba al primer ministro del Reino Unido. Telecinco ha mostrado a Bono diciéndole al presidente del Gobierno: "¿Y si cantamos el Cara al Sol?". Fue un instante de relax porque el debate sería muy duro.
El senador del PP, Pío García Escudero, recordó a Zapatero en su intervención su promesa antes de ser elegido presidente de "aceptar sin retoques la propuesta" que saliera de Cataluña. Recordó también que "hace un año" en el Senado "alentaba el nacionalismo catalán y también que "hace menos de dos meses" el presidente "reflotó la propuesta aceptando" las proposiciones de Mas. "Ahora", dijo, "cuando usted se da cuenta de que a los españoles les importa mantener la solidaridad" "lo intocable ya no lo es tanto". "Bienvenido al fundamentalismo", le espetó García Escudero.
El senador popular le acusó de engañar al PSC "permitiendo votar eso para decir ahora que eso no es constitucional", de mentir también a CiU porque "la financiación ahora no sirve porque es insolidaria", y de engañar "diciendo a los españoles" que va a hacer constitucional el Estatuto "cuando usted quiere un maquillaje superficial". García Escudero dijo incluso a Zapatero que "se está engañando a sí mismo" y le acusó de haber "alentado un enorme problema".
Adjetivos que "recuerdan" al "Chile de Pinochet"
Además, Escudero señaló que "el Estatuto se ha hecho de espaldas a la sociedad española" para insistir en su inconstitucionalidad, idea que comparte, como recordó al presidente, "parte de su partido". "Que no cunda el pánico", ironizó el senador, porque Zapatero "tiene ocho fórmulas". Con ellas, el senador acusó al presidente de intentar "disfrazar" la definición de Cataluña con adjetivos que recuerdan algún concepto "muy apreciado por el nacionalsocialismo, el fascismo y el Chile de Pinochet".
En su respuesta, José Luis Rodríguez Zapatero manifestó que "muchos diputados tienen una concepción distinta" a la expresada por el PP, que "la fuerza de la democracia es hacer compatible su visión con la de una parte muy importante de los ciudadanos de Cataluña". "Mi posición", manifestó el presidente, "permitirá las mejores fórmulas de la convivencia. La verdad no es el punto de llegada, es el punto de partida", señaló.
El presidente utilizó como defensa las afirmaciones de Josep Piqué, que dijo que Cataluña "tiene rasgos característicos de nación desde un punto de vista cultural, de percepción propia, de historia, pero también lo es España desde esta perspectiva y, probablemente, con rasgos muy fuertes".Tras ello, Zapatero manifestó que se puede "convenir que hay sentimientos identitarios diversos entre los 44 millones de españoles" y que "la grandeza de la convivencia y la fortaleza de la unidad es saber integrar las identidades, respetar los sentimientos profundos que una comunidad pueda tener por su cultura y su lengua".
Según Zapatero, "eso cabe en la Constitución" y de hecho "es la Constitución española del 78" y no una "verdad dogmática". Por ello, dijo el presidente, "claro que es posible tener una denominación de una comunidad que sea respetuosa con su fuerte identidad" y "así la tiene Cataluña" en relación al artículo 2 de la Carta magna "en su letra y en su espíritu".
Zapatero dijo, después de recordar que no es nacionalista, que "las peores épocas" eran aquellas en las que se "quería imponer la verdad incuestionable". "Sabemos que hay que transigir en la verdad", manifestó, y que "hay que llegar a un acuerdo de convivencia entre lo que representan las diversas identidades" porque "la inmensa mayoría nos sentimos españoles y andaluces o españoles y leoneses". Ante este hecho, dicho sentimiento es, según Zapatero, "traducible en los estatutos". "La diferencia es tener voluntad de hacerlo, de querer convivir", según el presidente, y cuestión también de "visión histórica", que dice que "el camino es el entendimiento". "Otras visiones son minoritarias", en opinión del jefe del Ejecutivo, "así que triunfará la visión de futuro".
En su respuesta a García Escudero, el presidente sacó a relucir la aprobación de la ley del matrimonio gay. Según Zapatero "este país tiene confianza en si mismo", "sabe cómo hacer las reformas y cómo olvidar a aquellos que a cada reforma anuncian una catástrofe", para después recordar a "aquellos que hace unos meses también dijeron que se iba a destruir la familia por el matrimonio homosexual".