El Valencia, con la ayuda de un pésimo Daudén, aparta del liderato a un Real Madrid que se quedó con nueve

(Libertad Digital) El Valencia ha dado un golpe de autoridad en la Liga, ha presentado su candidatura al título y se ha llevado el triunfo en un partido trabado, intenso y polémico. El Real Madrid fue pura casta y en él brillaron los nombres propios de Raúl, con un trabajo extraordinario; Sergio Ramos, que hizo un partidazo; y Robinho, a quien le falta definición para ser un poco más grande en el fútbol mundial.

El primer tiempo fue trepidante y tuvo de todo, hasta dos penaltis más que discutidos y que tampoco hubieran tenido trascendencia si Daudén no los hubiera pitado. En el primero de ellos, señalado a los ocho minutos, Moretti derribó a Sergio Ramos y luego falló Zidane desde los once metros. Lo terminaría pagando muy caro el Madrid y el Valencia lo aprovechó para adelantarse en el marcador poco después. Corría el minuto 21 cuando Baraja, en un lanzamiento de libre directo, clavó el balón en el portal de Iker Casillas. Era el 0-1. Pero el equipo de Vanderlei Luxemburgo reaccionó y tiró de estrategia una vez más. Y demostró, como ya defendió en su día Benito Floro, que el saque de banda es una acción ofensiva de libro.

Roberto Carlos y Raúl se entienden con la mirada. Lo plasmaron en Glasgow, en el Hampden Park, la noche de la Octava con el 1-0 que hizo Raúl a pase del brasileño desde la banda. Y lo han repetido de nuevo con un potente y atinado balón que pinchó Raúl en el área y lo mandó a la red de Cañizares. El capitán fue de nuevo el más listo de la clase y la defensa del Valencia se tragó el 1-1. Eran los mejores minutos del Madrid. Con Beckham muy activo, pero no hubo tiempo para disfrutar del gol. Sólo dos minutos después, Aimar se echó al costado de Vicente y el balón que dio en el codo de Sergio Ramos lo transformó luego en penalti David Villa. Con el 1-2 se llegó al descanso.

En el segundo tramo, el Madrid dominó el juego y el Valencia tiró de contragolpe. El partido fue eléctrico, con posesiones largas de balón del conjunto de Quique Sánchez Flores. Se encomendó Luxemburgo a Robinho para remontar el partido, pero los visitantes ganaron tácticamente la partida. Bien colocado atrás, con Aimar en estado de gracia y sobre todo buscando los espacios a David Villa, el Valencia pudo aumentar la cuenta a los 79 minutos cuando Sergio Ramos sacó en la raya de gol un balón del asturiano que ya entraba en el portal de Iker.

Zidane no está físicamente al cien por cien. Y el Madrid le echó de menos una semana más. La segunda línea del Madrid, la de Zidane y la de Guti, apareció poco. Luxemburgo buscó la reacción con Soldado en el campo. Quitó a Zidane y el Madrid ganó llegada en el área, con Robinho, Soldado y Raúl. Luego vinieron las expulsiones. La primera, muy justa de Gravesen, que se llevó por delante a Vicente sin sentido. Y la segunda, en la recta final a Beckham por protestar una amarilla que le enseñó Daudén Ibáñez. Estaba el inglés revolucionado. En la recta final salió la garra de Raúl, el futbolista que más buscó el empate, pero lo evitó un Cañizares que ya puede presumir de ganar al Real Madrid, su ex equipo, en el Santiago Bernabéu.