L D (Europa Press) Ambos etarras ya habían sido condenados por algunos de los asesinatos que cometieron. Tanto a Egüés como García Aliaga se les ha impuesto 1.042 años de cárcel y multa de doce meses a razón de diez euros al día por los delitos de depósito de armas y de explosivos, uno continuado de sustracción de vehículos, 97 asesinatos en grado de tentativa, colaboración con banda armada, dos estragos y falsedad en documento oficial.
La sentencia considera probado que ETA utilizó la tregua que acabó en noviembre de 1999 para rearmarse. Así, los entonces dirigentes de ETA Javier García Gaztelu, "Txapote", Juan María Olarra Guridi, "Jon", y Ainhoa Múgica Goñi reunieron en un piso de Francia a los distintos miembros que formaron el "grupo Madrid" de ETA entre septiembre de 1999 y noviembre de 2001. Entre ellos estaban los dos condenados este viernes, Ana Belén Egües Gurruchaga, alias "Dolores", y Aitor García, quien se incorporó en abril de 2001 al grupo "Buro Ahuste", que actuaba en Madrid y disponía de un piso de seguridad en Salamanca.
La sentencia no condena a los etarras por los siete delitos de conspiración para el asesinato solicitados por el fiscal, sino por uno de colaboración, aunque considera probado que ambos iban a atentar contra varios objetivos, como la Torre Picasso, el consejero del Tribunal de Cuentas Paulino Martín, la fiscal de la Audiencia Nacional Blanca Rodríguez y el entonces subsecretario de Estado de Política Científica Juan Junquera.
La sentencia explica que ellos no fueron los únicos que elaboraron informaciones, ya que el "grupo Madrid" contaba con muchos más miembros, por lo que no se les puede condenar por el tipo elegido por el fiscal. También se les imputa haber recabado completas informaciones sobre el entonces director del Gabinete de la Presidencia de Moncloa, Carlos Aragonés, un magistrado del Tribunal Supremo, los jueces de la Audiencia Nacional Ismael Moreno y Francisco Castro-Meije, el magistrado del Tribunal de Cuentas Juan Velarde y los concejales de Madrid por el PP Adriano García Loigorri y María Antonia Suárez.
El 6 de noviembre de 2001, los miembros del "grupo Madrid" decidieron atentar contra el subsecretario de Política Científica, Juan Junquera, al que habían intentado asesinar varias veces. Para ello colocaron un coche-bomba en la confluencia de las calles Corazón de María y Cardenal Silíceo, que hicieron estallar al paso del vehículo del alto cargo. A consecuencia de la explosión resultaron lesionadas un total de 97 personas (por las que han sido condenados por 97 asesinatos en grado de tentativa) y se produjeron daños valorados en 1.568.987 euros en los inmuebles cercanos y en 129.071, en vehículos próximos.
El crimen no quedó impune, porque, como dice la sentencia, "un ejemplar ciudadano anónimo" vio cómo Egüés y García huían del lugar del atentado y sospechó de ellos, por lo que procedió a seguirles en su vehículo, mientras llamaba por teléfono a la Policía y les indicó la ruta que siguieron. Se les detuvo en el cruce de las calles Mandarina con Ciconia y se comprobó que el vehículo en el que habían huido estaba preparado para hacer explosión.
Este grupo cometió varios atentados en Madrid que se investigaron en otros procedimientos: el coche-bomba con el que fue asesinado el teniente coronel del Ejército Pedro Antonio Blanco; el colocado contra el edificio de la Fnac de Madrid; el de la calle Platerías; el utilizado para asesinar al juez Togado militar José Francisco Querol Lombardero y el conductor del vehículo en el que viajaba, el policía Jesús Escudero, así como el conductor de autobús Jesús Sánchez Martínez; y el artefacto de la calle Sangenjo.
También atentaron contra una sucursal bancaria de la calle Goya; colocaron el artefacto que causó la muerte al general del Ejército Justo Oreja Pedraza; el que mató al agente de Policía Luis Ortiz de la Rosa; y el instalado en el aparcamiento de la plaza de Colón.