L D (Agencias) El escalón avanzado, integrado por 88 efectivos, abandonó la base aérea de la ciudad de Lahore, en la provincia del Punjab, en tres microbuses civiles, fuertemente escoltado por soldados paquistaníes, informa Efe.
En parte, el retraso en la salida del convoy militar se debió a problemas en la contratación de los camiones a una empresa local, que suministró al menos uno de los vehículos en malas condiciones, por lo que fue rechazado por los militares españoles. "No enviéis otro camión en estas condiciones, que quede esto bien claro", repitió varias veces el empresario paquistaní que suministró los vehículos, al interlocutor con el que hablaba por medio de su teléfono móvil.
En parte, el retraso en la salida del convoy militar se debió a problemas en la contratación de los camiones a una empresa local, que suministró al menos uno de los vehículos en malas condiciones, por lo que fue rechazado por los militares españoles. "No enviéis otro camión en estas condiciones, que quede esto bien claro", repitió varias veces el empresario paquistaní que suministró los vehículos, al interlocutor con el que hablaba por medio de su teléfono móvil.
Pero sobretodo por la burocracia y la desorganización de las autoridades paquistaníes, que mantuvieron a los soldados españoles durante 48 horas en el hangar del aeropuerto de Lahore, a unos 500 kilómetros del epicentro del terremoto, sin poder hacer nada más que matar el tiempo esperando a que se les autorizara viajar a la zona.
Según una información del diario El País, los efectivos del escalón avanzado tienen previsto pernoctar en un cuartel militar paquistaní, y reanudar el viaje en dirección a la región de Cachemira, concretamente hacía Bagh, en cuyas proximidades el contingente militar español tiene previsto montar la base de operaciones.
Problemas desde Madrid
Los soldados llevaban ya 48 horas sin salir nada más que a la puerta del hangar donde se encontraban recluidos. "Teníamos que llevar ya en Cachemira ese tiempo", comentaba un soldado. "En cuanto el avión aterrizó en Lahore, debería haber habido varios autobuses paquistaníes esperándonos para montarnos en ellos y partir hacia Cachemira". Pero el plan de la expedición española empezaba con mal pie cuando un día antes de salir desde Torrejón las autoridades paquistaníes advirtieron de que no sería posible aterrizar en Islamabad porque el aeropuerto se encontraba saturado con toda la ayuda humanitaria que llegaba.
Los españoles tuvieron que aterrizar en Lahore, ciudad que se encuentra a unas cuatro horas en coche de Islamabad. "Bueno, cuatro horas si viajas con un buen vehículo particular, pero si vas en un convoy con protección militar, entonces se pueden emplear hasta siete horas en llegar a Islamabad o Rawalpindi", indicaba un oficial. Por lo menos, la última noche, los militares pudieron instalar las literas en vez de dormir en el suelo como la primera noche.
Contingente de la OTAN
El contingente español, al mando del general de brigada José María Bautís Otero, a su vez jefe de las fuerzas terrestres de la OTAN en suelo paquistaní, está de momento formado por 88 efectivos, a los que a lo largo de la semana se irán uniendo más hasta alcanzar un total de 370 militares españoles.
Por su parte, el general Bautís Otero, se trasladó hoy, martes, en compañía de otros mandos de la OTAN y oficiales españoles al distrito de Bagh, a unos 180 kilómetros al norte de Islamabad, para inspeccionar posibles emplazamientos para el contingente y el estado de la carreteras por la que deberá pasar la maquinaría pesada que llegará a Pakistán en barco.
La misión de las tropas de la OTAN será abrir carreteras cortadas por los derrumbamientos para facilitar la distribución de la ayuda humanitaria, apoyar la asistencia sanitaria y preparar alojamientos para las cerca de 3,3 millones personas que han perdido sus hogares, y sobre las que se cierne la amenaza del gélido invierno. Durante los últimos días en la montañosa región paquistaní de Cachemira se han registrado ya temperaturas bajo cero. Cerca de 55.000 personas murieron y otras 78.000 heridas a causa del terremoto ocurrido el pasado 8 de octubre, según cifras oficiales.
El contingente español, al mando del general de brigada José María Bautís Otero, a su vez jefe de las fuerzas terrestres de la OTAN en suelo paquistaní, está de momento formado por 88 efectivos, a los que a lo largo de la semana se irán uniendo más hasta alcanzar un total de 370 militares españoles.
Por su parte, el general Bautís Otero, se trasladó hoy, martes, en compañía de otros mandos de la OTAN y oficiales españoles al distrito de Bagh, a unos 180 kilómetros al norte de Islamabad, para inspeccionar posibles emplazamientos para el contingente y el estado de la carreteras por la que deberá pasar la maquinaría pesada que llegará a Pakistán en barco.
La misión de las tropas de la OTAN será abrir carreteras cortadas por los derrumbamientos para facilitar la distribución de la ayuda humanitaria, apoyar la asistencia sanitaria y preparar alojamientos para las cerca de 3,3 millones personas que han perdido sus hogares, y sobre las que se cierne la amenaza del gélido invierno. Durante los últimos días en la montañosa región paquistaní de Cachemira se han registrado ya temperaturas bajo cero. Cerca de 55.000 personas murieron y otras 78.000 heridas a causa del terremoto ocurrido el pasado 8 de octubre, según cifras oficiales.