L D (EFE) La petición para que el diputado del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) sea despojado de su mandato por haber violado el código de honra de los parlamentarios fue aprobada por 13 de los 15 miembros del Consejo de Etica. La diputada Angela Guadagnin, del PT, se opuso a la sanción, y el presidente del Consejo de Etica, Ricardo Izar, no se pronunció.
En caso de que la Cámara de Diputados refrende la decisión del Consejo de Etica, Dirceu no sólo quedará sin mandato parlamentario sino sin sus derechos políticos durante los próximos diez años. El informe que acusa a Dirceu de deshonrar al Congreso y pide su destitución como legislador fue leído la semana pasada por el diputado socialista Julio Delgado, relator del proceso.
En el informe de 50 páginas, se recogen las evidencias que existen de los vínculos de Dirceu con una red de corrupción montada por el oficialista Partido de los Trabajadores para financiar campañas electorales con una contabilidad paralela y sobornar a congresistas de otras formaciones. Tales denuncias salpicaron a varios legisladores y dirigentes del PT, así como a miembros del gobierno socialista que ya han renunciado a sus cargos, entre ellos Dirceu.
Las acusaciones generaron el mayor escándalo político desde que Lula asumió la Presidencia, en enero de 2003, e incluso desde el proceso que en diciembre de 1992 obligó a renunciar al entonces presidente Fernando Collor. Dirceu, que presidió el PT con mano de hierro durante casi una década, fue el jefe de la campaña electoral que condujo a Lula al poder en octubre de 2002 y asumió el ministerio de la Presidencia en enero de 2003, cuando el líder socialista inició su mandato.
Desde ese importante cargo, el dirigente del PT controlaba todos los hilos del poder y las relaciones del Gobierno con todos los partidos políticos. Dirceu fue acusado por el Partido Laborista Brasileño (PTB) de haber aprovechado ese cargo para montar una red que pagaba sobornos a diputados de partidos conservadores a cambio del apoyo a las iniciativas del Gobierno en el Congreso.
El ex mano derecha de Lula se convirtió en el segundo diputado cuya destitución es aprobada por el Consejo de Etica desde que comenzó el escándalo, en junio pasado. Antes de Dirceu, había sido despojado de su mandato el ahora ex diputado Roberto Jefferson, que presidía el PTB y fue el primero en denunciar la red de corrupción montada por el Partido de los Trabajadores.
En caso de que la Cámara de Diputados refrende la decisión del Consejo de Etica, Dirceu no sólo quedará sin mandato parlamentario sino sin sus derechos políticos durante los próximos diez años. El informe que acusa a Dirceu de deshonrar al Congreso y pide su destitución como legislador fue leído la semana pasada por el diputado socialista Julio Delgado, relator del proceso.
En el informe de 50 páginas, se recogen las evidencias que existen de los vínculos de Dirceu con una red de corrupción montada por el oficialista Partido de los Trabajadores para financiar campañas electorales con una contabilidad paralela y sobornar a congresistas de otras formaciones. Tales denuncias salpicaron a varios legisladores y dirigentes del PT, así como a miembros del gobierno socialista que ya han renunciado a sus cargos, entre ellos Dirceu.
Las acusaciones generaron el mayor escándalo político desde que Lula asumió la Presidencia, en enero de 2003, e incluso desde el proceso que en diciembre de 1992 obligó a renunciar al entonces presidente Fernando Collor. Dirceu, que presidió el PT con mano de hierro durante casi una década, fue el jefe de la campaña electoral que condujo a Lula al poder en octubre de 2002 y asumió el ministerio de la Presidencia en enero de 2003, cuando el líder socialista inició su mandato.
Desde ese importante cargo, el dirigente del PT controlaba todos los hilos del poder y las relaciones del Gobierno con todos los partidos políticos. Dirceu fue acusado por el Partido Laborista Brasileño (PTB) de haber aprovechado ese cargo para montar una red que pagaba sobornos a diputados de partidos conservadores a cambio del apoyo a las iniciativas del Gobierno en el Congreso.
El ex mano derecha de Lula se convirtió en el segundo diputado cuya destitución es aprobada por el Consejo de Etica desde que comenzó el escándalo, en junio pasado. Antes de Dirceu, había sido despojado de su mandato el ahora ex diputado Roberto Jefferson, que presidía el PTB y fue el primero en denunciar la red de corrupción montada por el Partido de los Trabajadores.