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Emotivo y multitudinario funeral en la catedral de Tarragona por la familia muerta en la explosión de gas

Centenares de vecinos de Tarragona han acudido este sábado al funeral celebrado en la catedral para despedir a la doctora Olga Acebes y a sus tres hijos, que fallecieron en la explosión de gas ocurrida en la noche del pasado jueves en el número 72 de la Rambla Nova. La Generalidad cree que la explosión pudo provocarla la quinta víctima para suicidarse.

Centenares de vecinos de Tarragona han acudido este sábado al funeral celebrado en la catedral para despedir a la doctora Olga Acebes y a sus tres hijos, que fallecieron en la explosión de gas ocurrida en la noche del pasado jueves en el número 72 de la Rambla Nova. La Generalidad cree que la explosión pudo provocarla la quinta víctima para suicidarse.

L D (EFE) El silencio y una fina lluvia han recibido a los féretros a su llegada, mientras en el interior de la catedral todos los asientos estaban ocupados y mucha gente ha tenido que permanecer de pie. Los momentos más emotivos del acto han sido las palabras pronunciadas por David Sanz, el marido y padre de las víctimas. La comitiva fúnebre ha sido recibida en la puerta de la iglesia por el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol Balcells, quien también ha tenido en su homilía un recuerdo para José Biendicho (la quinta víctima mortal de la explosión), en medio de un impresionante silencio que ha sido roto por las notas del órgano.

Entre los asistentes se hallaban algunos operarios que han participado en los trabajos de rescate y que iban vestidos con su uniforme de trabajo, mientras que los primeros bancos han sido ocupados por los familiares, seguidos de las autoridades. Al acto han acudido, entre otros, el alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal; el delegado del Gobierno, Maria Abelló, y el delegado de la Generalidad, Xavier Sabaté, además de una amplia representación del consistorio y de entidades de la ciudad.

Antes de comenzar la ceremonia, David Sanz, el padre de los niños fallecidos, ha depositado sobre los ataúdes cuatro objetos: un teléfono móvil en el de su esposa Olga Acebes (37 años), un camión de juguete en el de David (cinco años), unas canicas en el de Raúl (tres años) y un chupete en el de Sergio Sanz (un mes y medio). El padre ha protagonizado el gesto con mayor carga emotiva cuando ha abandonado el banco que se le había asignado, para sentarse junto a los féretros de sus seres queridos.

Jaume Pujol Balcells ha explicado que la celebración eucarística "nos remite a un accidente que nos ha convocado aquí. David ha perdido inesperadamente a su mujer y a sus hijos. Sentimos la necesidad de acompañaros en estos momentos dolorosos. Nos gustaría ser un bálsamo eficaz para suavizar vuestra tristeza". "Os damos palabras de consuelo pero el corazón se rebela ante tanto dolor. No hay razones humanas para explicar lo que ha sucedido. El dato frío de la explosión no nos convence", ha agregado.

El arzobispo de Tarragona ha explicado que "hay algo más profundo, el sentido de la vida y la muerte de los hombres. La fe es una respuesta. La muerte no es el final, sino el principio de una vida gozosa con el Padre con comunión y amor".

El silencio, que ha presidido toda la ceremonia, se ha vuelto llanto cuando han intervenido tres personas muy allegadas a la doctora Sanz y a sus hijos, los compañeros del departamento de Rehabilitación del Hospital Sant Pau i Santa Tecla donde trabajaba Olga, que han leído una carta en la que han destacado su carácter abierto y positivo. A continuación, ha tomado la palabra David Sanz, quien ha explicado, ante un silencio conmovedor, que cuando regresa del trabajo todavía puede oír cómo su mujer y sus hijos le preguntan si ha regresado de Barcelona en tren y le piden que vaya a jugar con ellos.

"Y tú, David, me pides que te cuente una historia. O mejor dos, una corta y otra larga. Raúl escucha atento. Y mamina está con Sergio en el sofá y nos dice que ya es hora de irnos a la cama. Supongo que estaréis corriendo por el Cielo. Yo os cuidaré desde aquí porque a los tres es difícil vigilaros. Esperadme porque yo estoy en la Tierra", ha agregado. La hermana de David ha concluido esta ronda de intervenciones recordando que la pareja se conoció con 16 años y ha pedido a todos que ayuden a su hermano para no desfallecer en su nueva vida.

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