LD (EFE) Fuentes diplomáticas y de las delegaciones de la AIEA denuncian en un informe que, en contra del deseo de la comunidad internacional, el régimen iraní ha vuelto a introducir concentrado de uranio en la planta de conversión de Isfahán. En las próximas semanas unas cincuenta toneladas de ese material deberán ser transformadas en un gas precursor llamado UF6, con el que se produce en un segundo proceso separado uranio enriquecido, una sustancia con aplicaciones tanto civiles como militares.
El negociador jefe de Irán para cuestiones nucleares, Ali Larichani, anunció la semana pasada que Teherán iba a introducir 150 barriles (unas cincuenta toneladas) de concentrado de uranio en la planta de Isfahán, un cincuenta por ciento más que los cien barriles (unas 37 toneladas) convertidos en septiembre. Un barril de concentrado de uranio puede pesar entre cuatrocientos kilos y 1,7 toneladas, dependiendo del estado en el que se encuentra ese material.
En septiembre pasado, Irán terminó con la conversión de unas 37 toneladas de concentrado de uranio, aunque el UF6 producido fue de muy mala calidad, según diplomáticos cercanos a la AIEA. Con la conversión de una segunda partida de concentrado de uranio, los iraníes pretenden mejorar sus capacidades tecnológicas en ese campo, aseguraron las fuentes.
La AIEA confirmó asimismo que todas las actividades en Isfahán son supervisadas por un equipo de inspectores del organismo. La Junta de Gobernadores del OIEA instó a Irán en su última resolución, adoptada el pasado 24 de septiembre, a que mejore su cooperación con la comunidad internacional y a que suspenda todas las actividades en Isfahán como una medida de creación de confianza, algo que Teherán rechaza.