LD (Agencias) En una entrevista concedida a la Cadena SER, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, aceptó que las negociaciones de la Cumbre Euromediterránea que concluyó este lunes en Barcelona se tornaron difíciles porque los organizadores no pudieron lograr que las delegaciones asistentes acordaran una definición de lo qué es "terrorismo". Sin embargo, consideró en realidad ese debate no es lo que preocupa al ciudadano de ambas orillas del Mediterráneo. La definición de "terrorismo" es un "falso debate" que hace "cinco o seis años" tenía su razón de ser "cuando todavía no había esa sensación y esta amenaza tan presente".
En resumen, Moratinos indicó que, de la Cumbre de Barcelona, se puede decir que "el resultado es extremadamente positivo" y por ello se le puede otorgar un "notable alto". El jefe de la diplomacia española justificó su valoración al resaltar los acuerdos alcanzados en materia de reforma política que permitirá a la Unión Europea canalizar apoyos financieros que coadyuven en el proceso de democratización de los países del sur. Explicó que los asistentes acordaron la creación, por ejemplo, de un "mecanismo de ayuda a la observación internacional electoral, para animar a los procesos electorales de los países del sur del Mediterráneo".
Sobre las ayudas, Moratinos dijo que se "ha establecido un compromiso financiero similar o mayor con toda esa zona" que dependerá del próximo presupuesto comunitario. Indicó que "el Banco Europeo de Inversiones ya ha anunciado una facilidad financiera de 1.500 millones de euros y se ha empezado ya a discutir de un nuevo Banco Euromediterráneo para animar y garantizar la inversión en la zona".
Subrayó que "nadie ha destacado" la creación de un espacio de seguridad y justicia cuyos dos vectores fundamentales son la inmigración ilegal y la lucha contra el terrorismo. Para atajar esos dos graves problemas, indicó, se acordaron acciones específicas" como el Código de Conducta Antiterrorista, documento aprobado por "primera vez en un foro internacional con presencia del mundo islámico" que acepta "un código limpio, operativo, sin matizaciones de cómo hay que luchar contra el terrorismo".
La complejidad de los temas, destacó Moratinos, preocupó a los organizadores y delegaciones asistentes porque presagiaba una negociación difícil. Incluso, reveló que no acudió a la reunión del Grupo de Alto Nivel para la "Alianza de Civilizaciones" en Mallorca celebrada el domingo para viajar directamente a Barcelona "porque habíamos detectado dificultades" en la negociación sobre los documentos que se esperaba aprobar en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de ambas orillas del Mediterráneo. En resumen, concluyó, "creo que el resultado es extremadamente positivo. Muchos habían preparado los titulares para el gran fracaso pero les hemos estropeado.
Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, ha destacado en Radio Nacional de España (RNE) el "éxito razonable" de la reunión en Barcelona y subrayó que, "por primera vez", se produce una condena unánime al terrorismo de los países participantes y se acuerda un código para luchar contra él. Sin embargo, eludió referirse a la exigencia de las delegaciones árabes del derecho a la resistencia contra la ocupación.