Menú

Sarkozy considera "peligrosa" la regularización de inmigrantes porque "produce un efecto llamada" en toda Europa

El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, declaró este martes en el Senado que las regularizaciones de inmigrantes llevadas a cabo por los Gobiernos español e italiano son "peligrosas porque producen un efecto llamada considerable en toda Europa". "Las autoridades italianas regularizaron a 700.000 trabajadores clandestinos, con la base de un contrato de trabajo en 2002, y los españoles han regularizado a 600.000 este año", resumió Sarkozy, ante una comisión del Senado sobre el trabajo clandestino.

L D (Europa Press) El titular de Interior aseguró haber transmitido sus reticencias a sus "socios" español e italiano y señaló que la amplitud de ambas regularizaciones demuestra el peso del trabajo clandestino en Europa. Cuando el Gobierno español abrió el proceso para la regularización de inmigrantes, el ministro del Interior no era Sarkozy, sino el actual primer ministro, Dominique de Villepin, quien también expreso públicamente sus reservas acerca de la medida.
 
Sarkozy anunció también que el objetivo de Francia es llegar a las 25.000 expulsiones de inmigrantes en situación irregular en 2006, tras las en torno a 20.000 que espera lograr este año. En 2002, fueron 10.000 los 'sin papeles' repatriados a sus países de origen. Asimismo, el titular de Interior cifró "entre 80.000 y 100.000" el número de inmigrantes irregulares que entran cada año en Francia. El número total de indocumentados ascendería a entre 200.000 y 400.000.
 
En una nueva muestra de su duro discurso en materia de inmigración, Sarkozy, el político más famoso de Francia tras su política de 'mano dura' durante las revueltas urbanas de noviembre, aseguró que las prestaciones sociales de Francia actúan como un imán para la inmigración clandestina."Estos derechos no deben ser superiores en Francia a lo que está previsto en otros lugares de Europa", añadió Sarkozy, que considera contraproducente que el inmigrante irregular goce de "acceso a la ayuda médica del estado, a la escolarización de sus hijos y al alojamiento de urgencia".
 
El primer ministro, Dominique de Villepin, anunció una batería de medidas para endurecer la política de inmigración y el acceso a la nacionalidad gala y a la obtención de permisos de residencia. El Gobierno doblará de uno a dos años el plazo necesario de residencia en Francia para solicitar "el reagrupamiento familiar", la segunda vía que permite una mayor entrada de inmigrantes en suelo galo (unas 25.000 anuales). El plazo actual de doce meses "no es razonable", según Villepin, que de este modo se alinea con la demanda de mayor severidad en materia de inmigración del ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy.

El Gobierno también complicará la obtención de la nacionalidad tras el matrimonio con un ciudadano francés, método que permite el mayor número de nacionalizaciones al año (34.000 en 2004).  A partir de ahora, en vez de dos años de vida en común, el límite mínimo será de cuatro años, si la pareja reside en Francia, y de cinco, si vive en el extranjero. Las autoridades consulares podrán supervisar la legalidad de estos matrimonios cuando se lleven a cabo en el extranjero.  

Temas

En Sociedad

    0
    comentarios