LD (Agencias) Más de quince millones de votantes están convocados para elegir la composición del primer Parlamento no provisional para los próximos cuatro años. Estos comicios deberán poner fin al proceso de transición a la democracia, tras la caída de la dictadura de Sadam Husein, diseñado por el Gobierno de EEUU. Según fuentes oficiales, las únicas circunscripciones que permanecían cerradas eran las situadas en la ciudad de Ramadi, a 115 kilómetros de Irak, por razones de seguridad.
El primero de los altos responsables en acercarse a votar ha sido el presidente Yalal Talaban que destacó el carácter histórico de la jornada, la que calificó como "un día de matrimonio nacional". El líder kurdo depositó su papeleta en la localidad de Suleimaniya, en el Kurdistán iraquí, y destacó que "por primera vez en su historia, los iraquíes votan con libertad para elegir su Parlamento".
Horas después, el resto de los miembros del Gobierno iraquí y la mayoría de los actuales diputados comenzaron a hacer lo propio en la amurallada "zona verde", el recinto tras el que se parapetan las embajadas de EEUU y el Reino Unido, además de los edificios de la administración local. Nada más abrirse los colegios, varios proyectiles de mortero cayeron sobre esa fortaleza, ubicada en el centro de Bagdad, sin que, al parecer, se hayan registrado víctimas. Otros ataques similares han tenido lugar en Tiktrit, localidad natal del dictador Sadam Husein, y Ramadi.
El primer ministro saliente, el chií Ibrahim al Yafari, coincidió con Talabani en calificar este día como "histórico" e invitó a los iraquíes a desafiar a los violentos y acercarse a los colegios electorales para construir el camino hacia la democracia. Subrayó que "estos comicios conducirán a la creación de un gobierno cimentado sobre pilares firmes".