(Libertad Digital) Tras las primeras impresiones después de conocer la propuesta alternativa del vicepresidente segundo y ministro de economía Pedro Solbes , Pasqual Maragall , entrevistado este domingo en La Vanguardia , se distancia de la línea mantenida por su partido al afirmar que quiere "dejar claro que la propuesta de Solbes es inaceptable", aunque considera que el documento elaborado por el ministro de economía es una "posición de salida". Maragall valora el documento del vicepresidente segundo, que niega a la Generalidad el control sobre todos los impuestos, donde el presidente del PSC también alerta que "si España no cambia ahora, se producirá la desafección de Cataluña". Respecto a la financiación planteada por el Gobierno, Maragall dice que "la propuesta está muy alejada de las aspiraciones recogidas en el Estatut" .
A continuación añade: "de todas maneras, no podemos olvidar que estamos en plena negociación y que lo que se nos plantea es una posición de salida", y subraya que, dada la voluntad del Gobierno de dialogar, "creo razonable pensar que conseguiremos finalmente una mejora sustancial del sistema de financiación que ahora tenemos". "Cualquier otra hipótesis supondría una gran decepción y un paso atrás muy negativo", opina el presidente catalán, que considera que "desde mi punto de vista no habría mucho que tocar (del Estatut)".
Preguntado por el papel del presidente del Gobierno como mediador entre él y Artur Mas para hacer posible la aprobación del Estatuto, asegura que "tuvo una influencia positiva. De todas formas, como dicen los ingleses, la prueba del pudin se da cuando te lo comes. O sea, que habrá que esperar al final para saber hasta qué punto esa relación entre el nacionalismo catalán y el socialismo español se concreta, porque veo algunos vaivenes en esa relación".
En alusión a la "algarabía política" desatada en Madrid por el nuevo Estatuto, subraya que "hay momentos de la historia en que los pueblos y los países tienen que atreverse a cambiar algo para que todo siga igual, para que lo esencial siga vigente y resulta más arriesgado no cambiar nada". De no hacerse, asegura, el riesgo que se corre es la "desafección de las naciones, nacionalidades y regiones que la integran", y comenta que "el rechazo a cualquier cambio, sumado a esa pérdida de vigor, ese desteñirse de la Constitución, nos habría abocado a una situación realmente difícil en este país, que yo creo que estamos evitando".
A continuación añade: "de todas maneras, no podemos olvidar que estamos en plena negociación y que lo que se nos plantea es una posición de salida", y subraya que, dada la voluntad del Gobierno de dialogar, "creo razonable pensar que conseguiremos finalmente una mejora sustancial del sistema de financiación que ahora tenemos". "Cualquier otra hipótesis supondría una gran decepción y un paso atrás muy negativo", opina el presidente catalán, que considera que "desde mi punto de vista no habría mucho que tocar (del Estatut)".
Preguntado por el papel del presidente del Gobierno como mediador entre él y Artur Mas para hacer posible la aprobación del Estatuto, asegura que "tuvo una influencia positiva. De todas formas, como dicen los ingleses, la prueba del pudin se da cuando te lo comes. O sea, que habrá que esperar al final para saber hasta qué punto esa relación entre el nacionalismo catalán y el socialismo español se concreta, porque veo algunos vaivenes en esa relación".
En alusión a la "algarabía política" desatada en Madrid por el nuevo Estatuto, subraya que "hay momentos de la historia en que los pueblos y los países tienen que atreverse a cambiar algo para que todo siga igual, para que lo esencial siga vigente y resulta más arriesgado no cambiar nada". De no hacerse, asegura, el riesgo que se corre es la "desafección de las naciones, nacionalidades y regiones que la integran", y comenta que "el rechazo a cualquier cambio, sumado a esa pérdida de vigor, ese desteñirse de la Constitución, nos habría abocado a una situación realmente difícil en este país, que yo creo que estamos evitando".
Preguntado por si confía en la unidad del PSOE frente al Estatuto, asegura que "los periodos de grandes cambios (...) no suceden sin que todo se mueva", y da por hecho que "lógicamente, también habrá su agitación dentro del PP", y en este sentido llama al presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, que ha criticado algunos aspectos del Estatuto, a "entender" la postura de Cataluña.
Por otra parte, a la pregunta de si el pacto PSC-CiU es imposible mientras estén usted y Artur Mas, dice que "no". Añade que "Convergencia desde hace muy poco, semanas casi, ha empezado a decir que su línea histórica de no implicación en la política española puede variar. No sabemos si esto es el pensamiento de una persona, si es la de todo el partido, si obedece a un cambio copernicano radical o si es, simplemente, un tanteo, que es lo que a mí me parece que es". Asimismo, Maragall descarta convocar elecciones tras aprobar el texto estatutario y, preguntado por si trabaja con la idea de dos mandatos, responde que "no lo tengo contabilizado. Uno, dos... Lo que hay que hacer en todo momento es gobernar".
Por otra parte, a la pregunta de si el pacto PSC-CiU es imposible mientras estén usted y Artur Mas, dice que "no". Añade que "Convergencia desde hace muy poco, semanas casi, ha empezado a decir que su línea histórica de no implicación en la política española puede variar. No sabemos si esto es el pensamiento de una persona, si es la de todo el partido, si obedece a un cambio copernicano radical o si es, simplemente, un tanteo, que es lo que a mí me parece que es". Asimismo, Maragall descarta convocar elecciones tras aprobar el texto estatutario y, preguntado por si trabaja con la idea de dos mandatos, responde que "no lo tengo contabilizado. Uno, dos... Lo que hay que hacer en todo momento es gobernar".
Además, durante la entrevista el presidente de la Generalidad deja algunas perlas de Maragall que dice, por ejemplo, que "la gente está percibiendo en todos los campos de la vida una gran mejora", que "lo importante es llevar el independentismo hacia el federalismo" y que “de lo que hablamos no es de la unidad de mercado español, sino del europeo”.