LD (EFE) "La dimisión de Fazio la esperaba, porque me esperaba de él un gesto de gran seriedad y responsabilidad", dijo el jefe del Ejecutivo durante la grabación de un programa de debate de la televisión pública RAI.
El Gobierno presionaba desde hace días para obtener la dimisión del número uno del Banco de Italia, investigado por la Fiscalía de Milán por uso de información privilegiada, y había convocado un consejo de ministros extraordinario para mañana, martes, para tomar medidas contundentes que le obligaran a dejar su cargo.
Fazio, al que el propio Berlusconi había pedido en más de una ocasión que dejara su cargo, se adelantó a esa reunión y entregó su carta de dimisión al decano del Consejo Superior del Banco de Italia, el único órgano con potestad para decidir sobre su mandato, aunque insistió en que su conciencia está tranquila.
Ante las sospechas que recaen sobre el comportamiento de Fazio, Berlusconi insistió en que confía en la honestidad del gobernador: "No estoy habituado a condenar antes de que se emita una sentencia. Fazio ha servido al país, ahora veremos qué emerge del caso", dijo.
Más crítico se mostró el líder de la alianza de centroizquierda La Unión, Romano Prodi, que afirmó que la renuncia de Fazio era "un acto debido" que se esperaba "desde hace tiempo". El ex presidente de la Comisión Europea se mostró además dispuesto a "cooperar" con el Gobierno para encontrar un sustituto "que repare el daño de los últimos meses y devuelva a Italia la credibilidad y el prestigio internacional que necesita nuestro país".
El Gobierno presionaba desde hace días para obtener la dimisión del número uno del Banco de Italia, investigado por la Fiscalía de Milán por uso de información privilegiada, y había convocado un consejo de ministros extraordinario para mañana, martes, para tomar medidas contundentes que le obligaran a dejar su cargo.
Fazio, al que el propio Berlusconi había pedido en más de una ocasión que dejara su cargo, se adelantó a esa reunión y entregó su carta de dimisión al decano del Consejo Superior del Banco de Italia, el único órgano con potestad para decidir sobre su mandato, aunque insistió en que su conciencia está tranquila.
Ante las sospechas que recaen sobre el comportamiento de Fazio, Berlusconi insistió en que confía en la honestidad del gobernador: "No estoy habituado a condenar antes de que se emita una sentencia. Fazio ha servido al país, ahora veremos qué emerge del caso", dijo.
Más crítico se mostró el líder de la alianza de centroizquierda La Unión, Romano Prodi, que afirmó que la renuncia de Fazio era "un acto debido" que se esperaba "desde hace tiempo". El ex presidente de la Comisión Europea se mostró además dispuesto a "cooperar" con el Gobierno para encontrar un sustituto "que repare el daño de los últimos meses y devuelva a Italia la credibilidad y el prestigio internacional que necesita nuestro país".