La diputada popular dijo que era "absolutamente inusitado" que el "descrédito" del presidente haya alcanzado estas cotas en menos de dos años, "pero a la ciudadanía no se la engaña, ve y hace balance de lo que han sido estos dos años". Además, acusó a Zapatero de estar más preocupado de seguir en La Moncloa que de hacer las cosas bien para que los ciudadanos le refrenden en sus encuestas. Sostuvo que los ciudadanos se están dando cuenta de que el presidente del Gobierno Zapatero "no tiene las mismas preocupaciones" que los demás, ya que no le preocupa "la cesta de la compra, la subida de los precios" y "únicamente está preocupado" por un debate territorial que "va a seguir en 2006".
En la rueda de prensa, Sáenz de Santamaría recordó cómo en los últimos días el lehendakari Juan José Ibarretxe ha retomado su plan, a pesar de que ya fue "rechazado" en el Congreso, y apuntó que en Galicia también "nos enredaremos" en un debate estatutario en el que se plantearán las "mismas pretensiones, y así lo ha dicho el BNG, que en el caso de Cataluña". "Ha habido importantes crisis durante 2005 a las que no se ha sabido dar respuesta, sigue el debate territorial y encima los ciudadanos empiezan a temer por su economía y su cesta de la compra", aseguró.
Una inflación "inusitada"
La diputada señaló que 2005 ha terminado con una subida de la inflación "inusitada", un punto y medio más que la media de los países de la UE, y comienza 2006 con "subidas escandalosas" en los servicios básicos de los ciudadanos, tales como luz, agua, gas, transportes y peajes, algo a lo que los españoles ya no estaban "acostumbrados, porque con el PP durante ocho años se bajaron los precios del sector energético". Recordó que durante el Gobierno del PP la electricidad bajó un treinta por ciento, y que con la subida actual, se vuelve a lo que fueron con Felipe González, cuando la electricidad subió un 41,5 por ciento, y con Zapatero "se sigue en esta línea".
Se preguntó si esto es el "patriotismo social de este presidente" del Gobierno, "que los españoles tengan cada vez menos poder adquisitivo y les cueste más llegar a fin de mes". "Con la política de Zapatero la cuesta de enero de este año se va a convertir en una verdadera rampa, por lo que le pediría menos eslóganes y más defensa de consumidores y usuarios y más control de la inflación", subrayó.
También pidió al Ejecutivo la adopción de medidas que fomenten la competencia en todos estos sectores, porque se producen escaladas de subidas de precios, y que tenga a los consumidores "siempre en su punto de mira" cuando resuelva determinadas cuestiones, como las concentraciones empresariales. Además, añadió que lo que debe preocupar a todo buen gobernante, salvo que quiera vivir de la publicidad y la propaganda, es que los ciudadanos puedan "llegar a fin de mes" y no estén endeudados.
En cualquier caso, recordó que el presidente del Gobierno sigue enredado en los mismos temas, y que empieza 2006 con el debate territorial del mismo modo que se dejó en 2005, "con dimes y diretes, sin lograr entender qué quiere Zapatero hacer con el Estatuto de Cataluña". "Ahora parece que se nos pone de canto y quiere hacer parecer que el tema no va con él, pero está implicado desde el principio y lleva su sello personal", aseguró. Por ello, pidió saber qué va a hacer al final con el Estatuto catalán y cómo se concretará la financiación, porque este no es un tema que se limite solamente a Cataluña, sino que se está hablando de "la financiación de los servicios públicos de todos los ciudadanos y todas las Comunidades Autónomas".
Preguntada acerca de una posible reunión entre Rodríguez Zapatero y el presidente del PP, Mariano Rajoy, se limitó a decir que "por el momento" no ha habido ninguna llamada desde Moncloa para que tenga lugar esa reunión, si bien aprovechó para dejar claro que por parte del PP sigue en pie su "ofrecimiento serio y responsable de diálogo y consenso". Manifestó que el PP quiere mantener esa "costumbre" de que ninguna reforma estatutaria se pacte si no es al menos con los dos grandes partidos nacionales, "buena costumbre que es digna de recuperarse", al tiempo que agregó que los españoles ya están "hartos" de temas como el Estatuto de Cataluña, "que no les genera ningún beneficio y sí preocupación".