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El apuñalador de Joy Eslava dice que sólo estuvo en casa de Zouhier para jugar "con la Play Station"

El presunto asesino de la discoteca Joy Eslava compareció este lunes ante el juez Del Olmo después de que el diario El Mundo revelara su posible implicación en el tráfico de explosivos del 11-M. Rachid Taichi dice que perdió a dos amigos españoles en el atentado y que sólo conocía a Rafa Zouhier de jugar "a la Play Station" y del ambiente nocturno. Negó conocer a El Chino o haber asistido a las reuniones en hamburgueserías en las que supuestamente se negoció la entrega de explosivos con los asturianos. La fiscal Olga Sánchez cree que no hay indicios contra Taichi en esta causa por lo que no pidió medidas cautelares.

El presunto asesino de la discoteca Joy Eslava compareció este lunes ante el juez Del Olmo después de que el diario El Mundo revelara su posible implicación en el tráfico de explosivos del 11-M. Rachid Taichi dice que perdió a dos amigos españoles en el atentado y que sólo conocía a Rafa Zouhier de jugar "a la Play Station" y del ambiente nocturno. Negó conocer a El Chino o haber asistido a las reuniones en hamburgueserías en las que supuestamente se negoció la entrega de explosivos con los asturianos. La fiscal Olga Sánchez cree que no hay indicios contra Taichi en esta causa por lo que no pidió medidas cautelares.
L D (Europa Press) El presunto asesino de un joven el pasado 26 de diciembre en la discoteca madrileña Joy Eslava, Rachid Taichi, alias "El Niño", aseguró este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo que no tuvo ninguna participación en los atentados perpetrados el 11 de marzo de 2004 en Madrid, en los que, además, perdió a dos amigos suyos de nacionalidad española que viajaban en los trenes, informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
 
El magistrado no impuso medida cautelar alguna a Rachid Taichi, al no solicitarlo la fiscal adscrita al 11-M, Olga Sánchez, por no entender suficientes los indicios que existen contra esta persona, que está imputada en el sumario. No obstante, Taichi se encuentra en prisión como presunto autor del asesinato de la discoteca.
 
En su declaración ante el magistrado, en la que compareció como imputado para salvaguardar sus derechos, aseguró que conocía a Rafa Zouhier y algún otro imputado en la causa, como Rachid Aglif, pero no por compartir con ellos alguna actividad delictiva, sino de algún negocio que éstos tuvieran en el barrio madrileño de Lavapiés o "de la noche", ya que el primero trabajó como portero de una discoteca madrileña, donde le conoció. Aseguró que coincidía con Zouhier, porque ambos frecuentaban los mismos establecimientos de ocio nocturno.
 
No obstante, aseguró que no tenía ningún tipo de negocio con ellos, ni siquiera relativo al tráfico de drogas. Admitió que en algún momento realizó alguna actividad ilícita, pero insistió en que en ellas sus socios siempre fueron españoles. Cuando el abogado de Zouhier solicitó que se le tomara declaración, no pudo hacerse, ya que había sido expulsado por la Policía el pasado 1 de abril.
 
También negó haber asistido a las reuniones en hamburgueserías McDonalds de los distritos madrileños de Carabanchel y Moncloa, en las que uno de los cabecillas del 11-M, Jamal Ahmidan, "el Chino", habría negociado con la denominada trama asturiana la compra de los explosivos utilizados en los atentados. Taichi negó conocer a "El Chino" o a cualquiera de sus hermanos.
 
Una de las personas que lo mencionaron en sus declaraciones, el narcotraficante imputado en el 11-M Lofti Sbai, tampoco asistió a dichos encuentros, señalaron las fuentes consultadas. Lo que sí aparece en el sumario, en conversaciones telefónicas intervenidas, son referencias a un tal "Rachid, el Chico", alias con el que se conoce a Taichi, lo que demuestra que tenía relación con alguno de los imputados y, en concreto, con Zouhier, pero se cree que no participó en los atentados.
 
En cuanto a Zouhier, Taichi explicó ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 que estuvo en su vivienda en un par de ocasiones, una de ellas para jugar con la "Play Station". Sin embargo, negó estar presente cuando al confidente de la Guardia Civil le estalló en la mano un detonador, que le habían entregado los imputados asturianos en el 11-M Antonio Toro y José Emilio Suárez Trashorras.

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