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SIN AYUDAS COMUNITARIAS Y CON UNA CAÍDA DE LAS VENTAS

El sector tabaquero extremeño busca alternativas tras entrar en vigor la nueva normativa

El sector tabaquero extremeño busca alternativas para este cultivo, del que viven unas 20.000 familias, en un ambiente de gran incertidumbre por el fin de las ayudas comunitarias y las previsiones sobre una caída de las ventas nacionales a causa de la nueva normativa sobre el consumo de tabaco.

El sector tabaquero extremeño busca alternativas para este cultivo, del que viven unas 20.000 familias, en un ambiente de gran incertidumbre por el fin de las ayudas comunitarias y las previsiones sobre una caída de las ventas nacionales a causa de la nueva normativa sobre el consumo de tabaco.
LD (EFE) Para este sector, sus temores se acrecentaron en 2004, año en el que se aprobó la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) de este cultivo, que prevé el fin de las subvenciones directas a la renta de los agricultores desde 2010, lo que les obliga a replantearse el futuro de su producción.

España es el tercer país europeo cultivador de tabaco, y Extremadura concentra el 85 por ciento de la producción, fundamentalmente en los valles de los ríos Tiétar, Alagón y Jerte, en la provincia de Cáceres, y, en menor proporción, en Badajoz. En esta comunidad, el cultivo proporciona 1,5 millones de jornales directos anuales y un 30 por ciento más de jornales entre las industrias de primera transformación y empleos indirectos.

En este contexto, el sector analiza las posibles alternativas y apunta que existe un futuro para el tabaco en el norte de la región, si bien éste pasa por la mejora de la calidad del producto y de los procesos y la reducción de costes. Esta fue una de las conclusiones de unas jornadas europeas del tabaco organizadas por la Agrupación de Desarrollo de Sierras norte de Extremadura (Adesne), en la que los expertos advirtieron de que el cultivo se encuentra "bajo la espada de Damocles de la reducción de primas", pero "no por eso hay que fomentar la resignación sino seguir trabajando para mejorar".

Otros técnicos sí se mostraron convencidos de que hay alternativas para el sector, como Inocencio Blanco, del Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura, quien sostiene que la mejor alternativa "es la producción bien hecha con sus normas de calidad y trazabilidades". "Todo eso significa que se trata de trabajar de cara al mercado, como el resto de productos, reduciendo costes y haciendo mejor las cosas", subrayó, ya que la única salida para el tabaco a partir de 2010 es una producción competitiva y rentable.

Más pesimistas se mostraron las organizaciones agrarias de la zona que advirtieron de que, a partir de 2010, el cultivo será inviable y desaparecerá, lo cual provocará éxodo rural, paro y pobreza en las zonas productoras. Sobre el impacto de la Ley Antitabaco sobre el sector, restaron importancia a sus efectos sobre los cultivadores, ya que el mercado del tabaco en rama es "globalizado, no interior" y la "previsible" disminución de consumo en España no afectará "de forma significativa" porque el mercado está influenciado por otro tipo de factores como la paridad euro-dólar o la producción en otros países.

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