L D (EFE) El acto de restitución, que se desarrollará el próximo sábado, consistirá en la reposición de la pieza en su lugar de origen, el cruce de la calzada romana con el río Sangusín, en el límite de los términos municipales de Valdefuentes de Sangusín y Peromingo, en la provincia de Salamanca.
La columna, que marca la milla 142 de la calzada de la Vía de la Plata a su paso por la provincia de Salamanca, fue trasladada a Madrid en 1962 con motivo de la Exposición Histórico-Cultural de la Carretera. Una vez concluida dicha muestra, la pieza no fue devuelta a su lugar de origen sino que se instaló en el Patio de Operaciones del complejo de Nuevos Ministerios, aunque no se adscribió a ninguno de los departamentos que ocupan el recinto.
Este miliario, según recoge la nota de la Subdelegación, es una de las piezas más valiosas conservadas de la calzada romana original, ya que cuenta con una abundante epigrafía grabada en la piedra original.
La Ruta de la Plata, que tiene la consideración de Bien de Interés Cultural y concretamente el tramo salmantino es desde 1931 Monumento Nacional, fue en sus inicios la gran calzada romana que unía las poblaciones de Emerita Augusta (Mérida) y Asturica (Astorga), conocida como la Iter ab Emérita Asturicam, que constituyó la auténtica columna vertebral del oeste español hace dos milenios y que tenía sus prolongaciones naturales a las ciudades de Gijón, por el norte y Sevilla, por el sur.
Cada milla de esta vía romana era señalizada por unos mojones cilíndricos, los miliarios, que además de informar sobre el emperador que había realizado la obra, indicaban la distancia en millas romanas a la ciudad de origen de la ruta.
La columna, que marca la milla 142 de la calzada de la Vía de la Plata a su paso por la provincia de Salamanca, fue trasladada a Madrid en 1962 con motivo de la Exposición Histórico-Cultural de la Carretera. Una vez concluida dicha muestra, la pieza no fue devuelta a su lugar de origen sino que se instaló en el Patio de Operaciones del complejo de Nuevos Ministerios, aunque no se adscribió a ninguno de los departamentos que ocupan el recinto.
Este miliario, según recoge la nota de la Subdelegación, es una de las piezas más valiosas conservadas de la calzada romana original, ya que cuenta con una abundante epigrafía grabada en la piedra original.
La Ruta de la Plata, que tiene la consideración de Bien de Interés Cultural y concretamente el tramo salmantino es desde 1931 Monumento Nacional, fue en sus inicios la gran calzada romana que unía las poblaciones de Emerita Augusta (Mérida) y Asturica (Astorga), conocida como la Iter ab Emérita Asturicam, que constituyó la auténtica columna vertebral del oeste español hace dos milenios y que tenía sus prolongaciones naturales a las ciudades de Gijón, por el norte y Sevilla, por el sur.
Cada milla de esta vía romana era señalizada por unos mojones cilíndricos, los miliarios, que además de informar sobre el emperador que había realizado la obra, indicaban la distancia en millas romanas a la ciudad de origen de la ruta.