LD (EFE) Según publica el periódico estadounidense The New York Times, el escándalo por las caricaturas de Mahoma publicadas originalmente en el periódico danés Jyllands-Posten, se inició en una cumbre islámica que el Comité de la Organización Islámica (COI) celebró en La Meca en diciembre pasado y a la que asistieron 57 países islámicos. La repercusión en los medios de comunicación de esa reunión fue nula a pesar de que en ella participaron líderes tan importantes como el mandatario iraní Mahmud Ahmadineyad.
Según una crónica del periódico neoyorquino fechada en Beirut, los líderes musulmanes reunidos en la ciudad más santa del Islam debatían cuestiones relacionadas sobre el extremismo religioso y el "creciente odio" contra su religión y contra los musulmanes, en los pasillos, grupos de asesores se escandalizaban por la aparición en Europa de la controvertidas caricaturas. El asunto llegó al pleno y en el documento final se condenaba el "uso de la libertad de expresión como pretexto para difamar a las religiones".
El director del Centro Ahram para estudios estratégicos y políticos de El Cairo, Mohamed el-Sayed afirmó al The New York Times que las imágenes "no fueron un problema hasta que el COI mostró su postura en contra de la conferencia". Tras la cumbre, la prensa oficial de los países islámicos comenzaron una campaña contra la publicación de las viñetas.
En su edición de este viernes, el periódico La Razón desvela que el 17 de octubre, casi dos meses antes de la reunión en La Meca, el periódico egipcio El Fagr (El Amanecer) publicó algunas de las caricaturas del Jyllands-Posten. Al diario español se lo confirma el director del diario editado en El Cairo Adel Hamuda. Las imágenes se publicaron bajo el titular "Continuará el atrevimiento. Mahoma y su mujer ridiculizados en una caricatura". El periodista señaló que desde entonces no ha recibido "ninguna llamada o correo electrónico de nadie que se sintiera ofendido" y se extraña que el asunto haya provocado una crisis cinco meses después.