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Bono, Maragall, la firma de Spiderman y las parejas del PP

Este miércoles José Bono ha protagonizado varios momentos de polémica en la sesión de control al Gobierno. Respondió a preguntas sobre la fragata Álvaro de Bazán, los Cougar caídos en Afganistán y hasta sobre sus críticas a Maragall. En este último aspecto dijo suponer que el Gobierno está de acuerdo en sus apreciaciones porque todavía no le han cesado y además le encargan responder sobre ello. Pero Bono aprovechó también para burlarse de las firmas del PP y proponer otras parejas para la polémica que no sean la que hace él con Maragall.

Este miércoles José Bono ha protagonizado varios momentos de polémica en la sesión de control al Gobierno. Respondió a preguntas sobre la fragata Álvaro de Bazán, los Cougar caídos en Afganistán y hasta sobre sus críticas a Maragall. En este último aspecto dijo suponer que el Gobierno está de acuerdo en sus apreciaciones porque todavía no le han cesado y además le encargan responder sobre ello. Pero Bono aprovechó también para burlarse de las firmas del PP y proponer otras parejas para la polémica que no sean la que hace él con Maragall.
L D (Europa Press) El ministro de Defensa, José Bono, se mostró convencido de que el Gobierno comparte sus apreciaciones sobre Pasqual Maragall, al que recomendó ocuparse de resolver problemas en lugar de crearlos, y lo justifica en que sigue siendo miembro del Ejecutivo y además se le encarga explicar esas polémicas declaraciones.
  
En tres comparecencias públicas de la última semana, Bono arremetió contra Maragall, al que aconsejó tomar ejemplo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y ocuparse de resolver problemas en lugar de crearlos, lo que a su juicio ha hecho en varias ocasiones. Desde el PSC se pidió una defensa del presidente de la Generalidad, pero Zapatero, en su rueda de prensa del viernes, se limitó a amparar la libertad de expresión de los miembros del Gobierno.
  
El PP quería abundar en esta discrepancia y registró una pregunta para la sesión de control del miércoles con el fin de saber si la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega compartía las reflexiones de Bono contra Maragall. Sin embargo, el Ejecutivo decidió que fuera el propio ministro quien se explicase ante el Congreso. El diputado del PP Manuel Atencia recordó que su objetivo era conocer la opinión de la vicepresidenta, pues aseguró que la del ministro no le interesa, por ser conocida. Bono replicó que, cuando sigue en el Gobierno y además se le encomienda que responda en su nombre, puede deducirse que el Ejecutivo "no debe estar muy en desacuerdo" con sus palabras.
 
Atencia acusó al ministro de protagonizar una campaña de ataques contra Maragall para "debilitarle" y señaló que le encargan explicar sus palabras porque el Gobierno no las había defendido. En cualquier caso, aconsejó a Bono tener "cuidado" porque "hay muchos diputados del PSC a los que se ha dado barra libre para que le ataquen". A su juicio, "la cuestión no es si Maragall es o no un desastre", sino que alguien, en alusión a Zapatero, "ha dicho a todo que sí y ha dado ánimos para lo que sea", con lo que "ahora Maragall se siente despistado".
  
El ministro, que se mostró especialmente beligerante con los diputados del PP, se preguntó "a qué secta" pertenece Atencia, le recordó que en su día le tachó de "trilero" y cuestionó "la conciencia" del diputado a tenor del "lío" que en su opinión se había "montado". Bono insistió en que es una persona con "opinión y criterio" propios, que lo expresa con respeto cuando le dejan, y que su creencia de que no hay más nación que la española no es un "dardo" contra Maragall, sino su "convicción".
  
Según explicó, en el PSOE "se puede discrepar sin que le manden al Banco Mundial", en alusión a Rodrigo Rato y Aznar, y que "no hay uno que piense por los demás, ni hay ninguna fundación para que ninguno piense", en referencia también a José María Aznar y la Fundación FAES.
  
También aprovechó para burlarse de la campaña de recogida de firmas que tiene en marcha el PP y que este miércoles supera, según el partido, el millón y medio de adhesiones: "Les ha firmado ya Spiderman y Superman. ¿No podrá opinar el ministro?", ironizó. Desde que el PP comenzó su campaña ha sido una constante en el PSOE poner en duda no ya el proceso de recogida de firmas –De la Vega lo tacha de inconstitucional– sino la autenticidad de las mismas. El ejemplo de Spiderman no es exclusivo de Bono; en un programa nocturno del canal Cuatro la presentadora quiso demostrar en directo que cualquier nombre se admitía en el formulario de la web del PP. Spiderman fue el nombre elegido.
  
Por último, y frente a la opinión del PP acerca de la poca coherencia entre los discursos de Maragall y Bono, el ministro propuso otras "parejas", pero esta vez en el PP: "¿Qué les parece Piqué y Acebes, o Zaplana y Camps?", concluyó.

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