L D (Agencias) La primera apertura del capital del coloso eléctrico francés tendrá como límite el 15%, según confirmó el primer ministro, Dominique de Villepin, quien aseguró que "el Estado conservará al menos el 85% del capital". La ley obliga a que el Estado siga siendo propietario del 70% de las acciones de EDF.
La apertura de capital prevé que EDF saque a bolsa el 15% de sus acciones después de llevar a cabo una ampliación de capital. Los detalles de esta operación serán comunicados próximamente por el Ministerio de Economía francés. El jefe del Ejecutivo aseguró que "en ningún caso" el Estado se deshará de EDF, en respuesta a los críticas de sindicatos y oposición de que se trata del primer paso hacia la privatización total de la empresa. "Mi convicción y la de mi Gobierno es que el Estado tiene la vocación de controlar EDF de forma duradera", aseveró Villepin.
El ministro francés de Economía, Thierry Breton, precisó que la empresa espera conseguir entre 6.000 y 8.000 millones de euros de financiación en el mercado. "No había razón para seguir esperando", declaró Breton a la radio gala RTL. La empresa se comprometió a invertir 40.000 millones de euros en los próximos 20 años, según confirmó hoy Pierre Gadonneix, presidente de EDF, tras la firma del contrato con el primer ministro.
Un 15% del total de acciones puestas en circulación será ofrecido a los trabajadores de EDF, por petición del primer ministro, quien ha repetido en numerosas ocasiones su interés en dar estabilidad a las empresas mediante la participación de los asalariados en su capital. De Villepin declaró que EDF será "un bonito ejemplo de accionariado popular" y anunció que la apertura de capital tendrá lugar "en los próximos días". El primer ministro indicó que EDF "se compromete" a la "moderación de precios" y a garantizar "el acceso a la electricidad a los más necesitados". Al menos durante lo próximos cinco años, la subida de precios no podrá ser superior a la inflación.
La decisión gubernamental cuenta con el apoyo frontal de la oposición de izquierdas y los sindicatos. El primer secretario del Partido Socialista, François Hollande, calificó esta apertura del capital de EDF como "una falta económica y política grave". "EDF es la primera empresa mundial de electricidad y en la crisis energética actual, es necesario conservar un instrumento totalmente público para la toma de decisiones", argumentó Hollande. "La apertura del capital de EDF se hará en interés de Francia, de la empresa y de los trabajadores", contrapuso el primer ministro. La secretaria nacional del Partido Comunista, Marie-George Buffet, dio un paso más allá y llamó a la "unión de todas las fuerzas de izquierda para organizar rápidamente una respuesta a la privatización de EDF". En su opinión, la apertura parcial del capital es sólo un paso "hacia la privatización total" y demuestra una "ruptura sistemática de las empresas de servicio público". Buffet predijo un "aumento de los precios" de la electricidad.