Cuando el aparato ya había recibido el permiso para efectuar la maniobra de aproximación al aeropuerto de Noáin, la avioneta se accidentó por causas que se desconocen, aunque el consejero de Interior del Gobierno de Navarra, Javier Caballero, apuntó posteriormente a la adversa meteorología.
Después de perder el contacto con tierra, el aparato cayó entre los términos de Zolina y Labiano, hasta donde se desplazaron numerosos efectivos de Bomberos, Policía Foral y Guardia Civil, quienes iniciaron un rastreo y localizaron los restos del aparato en "una zona escarpada, de difícil acceso, a la que se sólo se puede ir andando o en helicóptero", señaló el consejero Javier Caballero.
La caída de la noche dificultó las labores de rescate, aunque se contaba con la iluminación procedente de varios helicópteros que habían accedido a la zona, hasta donde también se desplazó el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, junto con el coronel jefe de la novena zona de la Guardia Civil, Luis Iglesias.
Por su parte, el jefe del Servicio de Bomberos, José Javier Bounlandier, explicó que la demora en el traslado de los heridos desde el lugar del accidente se debió a la necesidad de estabilizar su situación, ya que no pudo evacuárseles directamente desde el lugar en helicóptero hasta un centro sanitario.
También en el lugar de los hechos, el consejero de Interior del Gobierno de Navarra, Javier Caballero, señaló que la adversa meteorología podría haber influido en el suceso, y destacó las dificultades para acceder al lugar donde cayó el aparato, "una zona escarpada, de difícil acceso, a la que se sólo se puede ir andando o en helicóptero".
Asimismo, la caída de la noche dificultaba las labores de rescate de los ocupantes del aparato, aunque se contaba con la iluminación procedente de varios helicópteros que habían accedido a la zona, donde aseguró que "la situación está controlada" y en la que trabajan efectivos de Policía Foral, Guardia Civil y Bomberos.