L D (EFE) El detenido, de 23 años y procedente del barrio de Tottenham (norte de Londres), ha sido arrestado bajo sospecha de comisión, preparación o instigación de actos terroristas en virtud de las leyes antiterroristas británicas del 2002.
Según fuentes de Scotland Yard, se cree que podría haber facilitado apoyo logístico a los autores de los atentados del pasado 21 de julio, en los que no hubo víctimas porque sólo estallaron los detonadores y no las bombas. La Policía cree que el detenido, residente en el Reino Unido, aunque aún se desconoce su nacionalidad, llevaba fuera del país desde junio.
Tras su detención, ha sido trasladado a la comisaría de alta seguridad londinense de Paddington Green, donde será interrogado, indicaron las fuentes. La operación policial la llevaron a cabo agentes de la brigada antiterrorista de Scotland Yard con el apoyo de colegas de la Policía del condado de Sussex, donde se encuentra el aeropuerto de Gatwick.
Hasta ahora, cinco personas han sido acusadas en relación con los atentados del 21-J, y ya comparecieron el pasado 8 de diciembre ante el tribunal penal de Old Bailey. Se trata de Ibrahim Muktar Said y Hussein Osman, ambos de 27 años; Ramzi Mohamed, de 23, Yassin Omar, de 24, y Manfo Kwaku Asiedu, de 32 años, detenidos el pasado julio en una operación antiterrorista llevada a cabo en el Reino Unido e Italia.
Los sospechosos se presentaron por primera vez ante el tribunal de Old Bailey el pasado agosto, cuando sólo tuvieron que confirmar sus identidades. Los cargos contra Said, Mohamed, Osman y Omar son: conspiración para asesinar, intento de asesinato, conspirar para poner en peligro vidas humanas con el uso de explosivos y preparar o estar en posesión de explosivos. Asiedu está acusado de conspirar para asesinar y causar explosiones, en relación con un artefacto hallado en una mochila en el parque de Little Wormwood Scrubs (noroeste de Londres), el 23 de julio.
Los atentados del 21 de julio fueron contra un autobús de la línea 26 a su paso por Hackney, en el este de Londres, y contra las estaciones de metro de Oval, en el sur de la ciudad, Warren Street, en el centro, y Shepherd's Bush, en el oeste de la capital. Dos semanas antes, el 7 de julio, Londres vivió los atentados más sangrientos de su historia, también contra tres estaciones de metro y un autobús, en los que murieron 56 personas, incluidos los cuatro terroristas.
Según fuentes de Scotland Yard, se cree que podría haber facilitado apoyo logístico a los autores de los atentados del pasado 21 de julio, en los que no hubo víctimas porque sólo estallaron los detonadores y no las bombas. La Policía cree que el detenido, residente en el Reino Unido, aunque aún se desconoce su nacionalidad, llevaba fuera del país desde junio.
Tras su detención, ha sido trasladado a la comisaría de alta seguridad londinense de Paddington Green, donde será interrogado, indicaron las fuentes. La operación policial la llevaron a cabo agentes de la brigada antiterrorista de Scotland Yard con el apoyo de colegas de la Policía del condado de Sussex, donde se encuentra el aeropuerto de Gatwick.
Hasta ahora, cinco personas han sido acusadas en relación con los atentados del 21-J, y ya comparecieron el pasado 8 de diciembre ante el tribunal penal de Old Bailey. Se trata de Ibrahim Muktar Said y Hussein Osman, ambos de 27 años; Ramzi Mohamed, de 23, Yassin Omar, de 24, y Manfo Kwaku Asiedu, de 32 años, detenidos el pasado julio en una operación antiterrorista llevada a cabo en el Reino Unido e Italia.
Los sospechosos se presentaron por primera vez ante el tribunal de Old Bailey el pasado agosto, cuando sólo tuvieron que confirmar sus identidades. Los cargos contra Said, Mohamed, Osman y Omar son: conspiración para asesinar, intento de asesinato, conspirar para poner en peligro vidas humanas con el uso de explosivos y preparar o estar en posesión de explosivos. Asiedu está acusado de conspirar para asesinar y causar explosiones, en relación con un artefacto hallado en una mochila en el parque de Little Wormwood Scrubs (noroeste de Londres), el 23 de julio.
Los atentados del 21 de julio fueron contra un autobús de la línea 26 a su paso por Hackney, en el este de Londres, y contra las estaciones de metro de Oval, en el sur de la ciudad, Warren Street, en el centro, y Shepherd's Bush, en el oeste de la capital. Dos semanas antes, el 7 de julio, Londres vivió los atentados más sangrientos de su historia, también contra tres estaciones de metro y un autobús, en los que murieron 56 personas, incluidos los cuatro terroristas.