Menú

INFORME: ETA apadrina la nación catalana, por Isabel Durán

Al día siguiente de aprobar el Congreso de los Diputados la ruptura de la nación española a través del nuevo Estatuto de Cataluña que consagra la nación catalana y la soberanía de su pueblo a través del Parlamento autónomo, la banda terrorista ETA decretó su alto el fuego permanente. Los pistoleros apadrinaron así el 22 de marzo de 2006 el nacimiento por la vía catalana de su principal vindicación, clave de bóveda para que se sostengan el derecho a decidir ("el ser para decidir" en terminología etarra) y, por tanto, la autodeterminación, la territorialidad y, en definitiva, la independencia. El presidente del Gobierno y el resto de las fuerzas políticas, salvo el PP, han servido de porteadores de la "hoja de ruta" pactada por el terrorismo y el nacionalismo catalán. No se trata de interpretaciones, es la ETA la que lo ha dejado cristalino y, como siempre, por escrito. Estos son los hechos:

 
Documento 1. Tregua para Cataluña
 
Veinticuatro días antes de que las urnas consagraran la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero, el 18 de febrero de 2004, la banda terrorista ETA emitía un comunicado en el que se enunciaba el camino a seguir, incluyendo, por primera vez en su larga y execrable historia, a la comunidad en la que el Partido Socialista junto con la Esquerra Republicana se habían hecho con el poder tras de 23 años de nacionalismo pujolista. "Cataluña, Euskadi, solidaridad y respeto", llevaba por título la misiva de los pistoleros. En ella se declara la tregua sólo para esta comunidad y se afirma que "Cataluña y Euskal Herria son dos naciones con muchas similitudes y puntos en común". La misiva etarra que vincula el destino del País Vasco al de la autonomía catalana se producía justo tres semanas después de conocerse la entrevista de cuatro horas en Perpiñán mantenida por Carod Rovira, presidente de la Generalidad de Cataluña en funciones, con Mikel Antza y Josu Ternera, la cúpula de la organización terrorista.
 
"Euskal Herria y Cataluña son las cuñas que están haciendo crujir el caduco entramado del marco institucional y político impuesto", aseveran los pistoleros. En el documento se reafirman en "la importancia de reforzar la voluntad y determinación popular para defender el derecho de autodeterminación que les corresponde al pueblo catalán y a Euskal Herria frente a la imposición española". Se abre así la vía catalana de ETA en toda regla y supone la única vía de escape para una organización criminal acorralada económica, policial, política, social, internacional y judicialmente. 
 
Documento 2. El Estatuto de Perpiñán
 
Así las cosas, cuando veinticuatro días después del comunicado etarra y tras el mayor atentado de la historia, Rodríguez Zapatero conquista el poder, opta por seguir el sendero marcado. Sus dos primeros años de legislatura lo evidencian. Primero con la ruptura del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo y segundo, la derogación encubierta y por la vía de los hechos de la Ley de Partidos.
 
Tras multitud de entrevistas secretas en La Moncloa a varias bandas entre el jefe del Ejecutivo y Carod Rovira, Juan José Ibarretxe o Josu Jon Imaz, el presidente deja fuera al Partido Popular desde el principio rompiendo por la vía de los hechos consumados el Pacto contra el Terrorismo. Consagrado el Pacto del Tinell a nivel nacional, el Gobierno rechaza el secesionista Plan Ibarretxe, pero lo hace para dejar claro que la solución pasa por el Partido Socialista a modo y manera del proyecto de Estatuto de Cataluña.
 
A pesar de los voluminosos informes policiales, se produce después —gracias a la reiterada negativa a que se cumpla la ley por parte del fiscal General del Estado—, la no ilegalización del PCTV y su concurso a las elecciones autonómicas. Un partido cuyo resultado electoral se apropia la propia ETA (Zutabe de junio de 2005). Los comicios son "la oportunidad de cerrar el ciclo de la ilegalización" (sic), donde la lista etarra es considerada en el boletín interno de la banda como "vencedora absoluta" al crecer 7.049 votos con respecto al anterior sufragio. Los asesinos y su opción política consideran que su conquista electoral les convierte en la "llave del conflicto" y se autodenominan a partir de la derogación de facto de la Ley de Partidos como "interlocutor necesario".
 
Rodríguez Zapatero cumple su palabra y sólo gracias a su concurso personal consigue aprobarse el 30 de septiembre de 2005 en el Parlamento catalán el calificado como Proyecto de Reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña. El proyecto concede a Cataluña carta de naturaleza como nación, con soberanía propia, lengua y símbolos propios y todos sus poderes independientes al margen de la nación española con quien mantiene relaciones bilaterales "de Estado a Estado".
 
El presidente de la Generalidad, Pascual Maragall, lo deja claro. "Este Estatuto abre las puertas a la paz en Euskadi". Mes y medio después, el 25 de noviembre, la banda terrorista emite su dictamen. En un comunicado dirigido a la comunidad internacional se reafirma en la unidad de destinos del independentismo catalán y vasco como "naciones". Perpiñán tiene su Estatuto. Zapatero ha cumplido.
 
Documento 3. Las municipales, el objetivo inmediato. Guerra entre nacionalistas. Ponencia Bide Eginez
 
Tras aprobar la Comisión Constitucional por 22 votos a favor y 17 en contra la "nación catalana", emblema del independentismo catalán y etarra, y decretarse el alto el fuego por parte de los terroristas, a ETA-Batasuna no le basta con el cese por derribo de la Ley de Partidos. Debe estar presente con todas sus consecuencias en el próximo proceso electoral previsto para la primavera del año que viene al objeto de hacerse con el control de los ayuntamientos del País Vasco. Considera que el poder local le fue arrebatado cuando se le impidió presentarse el 25 de mayo de 2003 al haber sido ilegalizada su candidatura. El beneficiario fue el PNV.
 
Su principal objetivo ahora es desbancar a la formación fundada por Sabino Arana de su hegemonía obtenida a su costa y recoger el maná de las nueces que tantos años ha disfrutado en Ajuria Enea, diputaciones forales y alcaldías gracias al terror sembrado por "los chicos de la gasolina". El primer paso, pues, son los consistorios, después vendrá el resto. Así lo especificaba en su ponencia interna Bide Eginez (haciendo camino) ETA-Batasuna. Aunque se obvie la realidad, el proceso abierto con la ponencia interna alude a que "todas las formas de lucha son válidas" y "depende de la coyuntura la prioridad de unas sobre otras".
 
Once horas después de hacerse efectivo el alto el fuego, ETA-Batasuna presentaba con total impunidad su nueva Mesa Nacional. En Pamplona, con un atril de metacrilato como si de dirigentes políticos se tratara y no consumados pro terroristas, muchos de ellos imputados en causas por pertenencia o colaboración con banda armada, escenificaron el resurgir de las cenizas. Allí estaban casi todos. Mikel Zubimendi, el diputado que en 1995 echaba cal viva en el escaño del socialista Ramón Jáuregui, a la sazón, consejero vasco de Justicia (¡menuda ironía!); la estrella de los abogados de ETA, Jone Goiricelaya; Rufino Etxebarria, duro entre los duros y recién salido de prisión;  Karmelo Landa, Joseba Permach o Pernando Barrena.
 
Una Mesa dispuesta a desalojar del poder al PNV. La guerra entre nacionalistas etarras de "la izquierda abertzale", que pretenden capitanear y capitalizar el futuro de una "Euskadi en paz" con el cese de los asesinatos terroristas, y el nacionalismo de salón con sede en Sabin Etxea, ostentador del poder sin interrupción desde el inicio de la andadura democrática, se presenta a cara de perro. Por eso el presunto lehendakari de todos los vascos salió a la palestra aprisa y corriendo tras el anuncio de alto el fuego de los terroristas. La intención de Ibarretxe era nítida: erigirse ante la opinión pública en promotor institucional de la ilegal mesa de partidos, con ETA-Batasuna incluida, y apropiarse de un "proceso de paz" del que su Ejército en la sombra le ha dejado fuera, expresa y estratégicamente.
 
ETA quiere salir a la calle, demostrar su renovada fuerza. Movilizar a más de 100.000 de los suyos y pegarle un bocado en el pescuezo al PNV. La manifestación del 1 de abril en Bilbao será el pistoletazo de salida.
La nación vasca, ley motiv de ETA, consecuencia inmediata a corto-medio plazo de la nación catalana, será un derecho adquirido en el País Vasco gracias a un presidente del Gobierno empeñado en permanecer en el poder a costa de una "paz" con un precio que abre un futuro de sumisión al terrorismo de incalculables dimensiones. A partir de ahora, todo asesino en masa, extorsionador o secuestrador deberá envolverse en una bandera política y esperar la llegada de un Zapatero para conseguir ser el jefe del cotarro. Todo un logro, presidente.

Temas

En España

    0
    comentarios