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REUNIÓN ZAPATERO-RAJOY

¿Y la familia qué tal?

El clima de la reunión que este martes mantuvieron en el Palacio de la Moncloa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, supuso un cambio significativo respecto a anteriores entrevistas de ambos en el Palacio de la Moncloa.

L D (EFE) Después de que sus primeras citas al inicio de la legislatura sirviesen para expresar la disposición mutua a la colaboración, conforme fueron pasando los meses, la distancia se fue agrandando entre ambos debido a diversas cuestiones, esencialmente las políticas territorial y antiterrorista. La entrevista de este martes, de dos horas y media de duración, supuso un evidente cambio en el tono, como se deduce de las palabras de ambos interlocutores en sus respectivas conferencias de prensa y de la valoración realizada por sus colaboradores más cercanos.

Las sonrisas se prodigaron tanto en el saludo inicial entre ambos, cuando Rajoy llegó al Palacio de la Moncloa, como en sus comparecencias ante los periodistas. Antes de entrar en materia, no faltaron las preguntas recíprocas por la familia de ambos, como pudo escucharse en las imágenes grabadas por los reporteros gráficos al inicio de la reunión. En ellas se oyó también alguna confesión, como la que hizo el líder del PP al presidente del Gobierno al revelar que, desde su accidente de helicóptero, le ponen algo nervioso los aviones, especialmente los más pequeños.

En principio, estaba previsto que, al término de la entrevista, fuesen la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y Rajoy quienes ofrecieran sendas conferencias de prensa para dar cuenta de lo tratado. Pero, finalmente, en nombre del Gobierno fue el propio Zapatero quien dio su valoración de la reunión, un gesto que fuentes del Ejecutivo consultadas por Efe consideran muy relevante del clima que ha habido en la entrevista.

Zapatero y Rajoy realizaron sus respectivas comparecencias ante los periodistas en la sala de prensa principal del Palacio de la Moncloa, en la que habitualmente se desarrollan las ruedas de prensa al término del Consejo de ministros. Inicialmente, la sala habilitada era la que se usa siempre cuando dirigentes políticos que visitan a Zapatero realizan declaraciones a los informadores, y que tiene unas dimensiones mucho menores que la que albergó finalmente las intervenciones de los dos protagonistas de la entrevista.

Minutos antes del inicio de ellas, los empleados de Presidencia del Gobierno tuvieron que hacer algunas rápidas modificaciones sobre la marcha y trasladar el atril que se había habilitado en la primera de las salas. El cambio permitió que, según las fuentes del Gobierno, por vez primera un líder de la oposición ofreciese una rueda de prensa desde esa sala, dependencia que conoce perfectamente Rajoy debido a que era donde comparecía ante los periodistas al término de las reuniones de los Consejos de ministros en su etapa como portavoz del Ejecutivo de José María Aznar.

El propio Rajoy bromeó sobre este hecho y comentó, antes de iniciar su intervención, que era la primera vez que intervenía en esa sala de pie y tras un atril, ya que en las ruedas de prensa tras la reunión del Consejo siempre se comparece sentado. "Son los nuevos tiempos", pudo escucharse entre bromas desde los asientos ocupados por altos cargos del Gobierno que asistían a la comparecencia de Rajoy, hecho que supuso también un gesto significativo en comparación con anteriores reuniones y, a cuyo término, no había representantes del Ejecutivo en la comparecencia del líder de la oposición.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, y el director de información del área de Nacional, Julián Lacalle, fueron algunos de los representantes del Gobierno presentes en la intervención de Rajoy y flanquearon en su asiento a la directora de Comunicación del PP, Belén Bajo.

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