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Un mes después del 11-M, se incautaron a ETA 100 kilos de explosivo militar como el que pudo usarse en los trenes

El 4 de abril de 2004, al día siguiente de la explosión del piso de Leganés, la Guardia Civil y la Policía francesa, en una operación conjunta, descubrían en la localidad francesa de Saint-Michel, a 10 km de la frontera española, una fábrica y almacén de armas y explosivos de ETA. En la operación fueron detenidos los etarras Josetxo Zeberio Aierbe y Jean Marie Saint-Pée, dueño del caserío. En el arsenal, además de los explosivos habituales de la banda (dinamita, cloratita y amonal) había 100 kilos de SEMTEX, la versión checa del explosivo militar C4, precisamente el que, según el Jefe Provincial de los TEDAX, se habría usado en los trenes de Madrid.

El 4 de abril de 2004, al día siguiente de la explosión del piso de Leganés, la Guardia Civil y la Policía francesa, en una operación conjunta, descubrían en la localidad francesa de Saint-Michel, a 10 km de la frontera española, una fábrica y almacén de armas y explosivos de ETA. En la operación fueron detenidos los etarras Josetxo Zeberio Aierbe y Jean Marie Saint-Pée, dueño del caserío. En el arsenal, además de los explosivos habituales de la banda (dinamita, cloratita y amonal) había 100 kilos de SEMTEX, la versión checa del explosivo militar C4, precisamente el que, según el Jefe Provincial de los TEDAX, se habría usado en los trenes de Madrid.
(Libertad Digital) La banda terrorista ETA siempre ha elegido el sur de Francia para establecer sus campos de entrenamiento y ocultar sus arsenales. Allí es donde se han dado los mayores golpes policiales a su labor de abastecimiento: matrículas, coches, armas y explosivos. El material les llega desde distintos puntos de Europa y es en el “santuario” francés donde se gestiona hasta que se decide cruzar la frontera para cometer atentados.
 
Uno de los últimos golpes a la infraestructura de la banda supuso el desmantelamiento de una casa que los etarras, con la colaboración esencial del dueño, habían convertido en una auténtica factoría del terrorismo. Sucedió a tan sólo 19 kilómetros de la frontera con España, en Saint-Michel, menos de un mes después del 11-M, al día siguiente de la explosión de Leganés
 
Entre el material incautado en el polvorín figuraban 650 kilos de diversos tipos de explosivos: cloratita, dinamita, amonal y unos 100 kilos de SEMTEX, la versión checa del explosivo militar C4. Según informó en su momento Libertad Digital, el jefe provincial de los TEDAX encargados de las tareas de desactivación el 11 de marzo declaró ante el juez Del Olmo que los destrozos de los trenes indicaban que se había utilizado algún explosivo militar "tipo C3 o C4". En su declaración, al menos, no albergaba dudas: “Teníamos claro que no era dinamita”. El dato de la incautación del SEMTEX pasó prácticamente desapercibido para la opinión pública, que en aquel momento no conocía esos informes de los TEDAX.
 
Además del explosivo, en el caserío se encontraron 15 pistolas automáticas, 25 fusiles de asalto y subfusiles, 4.000 cartuchos de diverso calibre, 3 minas antipersona, 15 lanzagranadas, 20 granadas, 15 morteros, 40 artefactos explosivos de activación mediante temporizador, 2.300 detonadores y varios kilómetros de cordón detonante.
 
El SEMTEX es una versión checa del explosivo C4. Al igual que éste, resulta indetectable después de una explosión, por lo que en la fabricación legal de ambos tipos de explosivo se introducen "marcadores" químicos que permitan detectar su origen. Sin embargo, en el caso del SEMTEX o el C4 fabricados de manera ilegal no se incluyen esos marcadores químicos, por lo que es imposible detectar ningún rastro después de la detonación. El SEMTEX se fabrica, fundamentalmente, a partir de RDX (otro explosivo de tipo militar) y PETN (el explosivo empleado para fabricar cordón detonante).

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