L D (Europa Press) El morabito de Sidi Bel Abbas, ubicado en las primeras estribaciones del Monte Hacho, fue erigido para honrar la memoria de un sabio que fundó varias ciudades en Argelia y está entre los de más arraigo en la ciudad autónoma. Actualmente aguardaba su catalogación como Bien de Interés Cultural.
El 2 de septiembre del año pasado, coincidiendo con la celebración del Día de Ceuta, otro grupo de desconocidos colocó dos bombonas de butano en otro de los morabitos locales, el de Sidi Embarek, con la intención de hacerlas explosionar. El vigilante las detectó a tiempo. Lo volvieron a intentar el pasado 23 de enero. Entonces sí que consiguieron calcinar el santuario. A raíz de este ataque, la ciudad autónoma aprobó su rehabilitación por la vía de urgencia. Las obras concluyeron hace diez días.
Fuentes policiales sostienen que detrás de la quema de estos dos morabitos están grupos radicales islamistas, que rechazan la veneración que en el islam popular (especialmente en el Magreb) se ofrece a los restos de musulmanes piadosos que han alcanzado una consideración similar a la de los santos católicos. En Ceuta, además de los dos calcinados, existe otro mausoleos similar cuya conservación lleva tiempo generando tensiones en el seno de la comunidad musulmana local.