L D (EFE) La Unión, según la Oficina Central electoral nacional ante el Tribunal Supremo logró 19.002.398 votos, mientras que la coalición conservadora Casa de las Libertades, de Silvio Berlusconi, obtuvo 18.977.843.
El centro izquierda ganó por una diferencia de 24.755 votos, según los datos oficiales. En un principio, cuando se concluyó el recuento provisional de votos, el Ministerio de Interior dio como diferencia la cifra de 25.224 votos, por lo que el resultado final se redujo en poco más de mil votos.
El Tribunal Constitucional rechazó la solicitud presentada por la Liga Norte, aliada de Silvio Berlusconi, que alegaba mal recuento de votos, y asignó a La Unión los 44.589 votos logrados en la circunscripción Lombardia 2 (norte) por la "Lista Liga para la Autonomía Alianza Lombarda. Liga de Pensionistas".
El líder de izquierdas, que ya fue primer ministro entre 1996 y 1998, indicó también que "tenemos una gran mayoría en la Cámara de Diputados. En el Senado tenemos el margen suficiente para sostener el Gobierno de una forma estable y duradera; tenemos una situación de democracia fuerte como en los otros grandes países occidentales".
También admitió que el actual primer ministro todavía no le ha llamado para reconocer su victoria. "Esperaré, esperaré, y estoy seguro de que a largo plazo lo hará", señaló optimista.
Lo cierto es que Berlusconi, que la semana pasada dijo que admitiría la victoria de su rival cuando se desmintieran las supuestas "irregularidades" en el recuento, evitó hacer declaraciones tras conocerse la confirmación del Supremo. Quienes sí reaccionaron fueron sus aliados en la coalición "Casa de las Libertades", entre ellos el titular de Economía y vicepresidente de Forza Italia, Giulio Tremonti, quien aseguró que son necesarios nuevos controles, pero pareció resignarse a la derrota al anunciar "una buena oposición, unida y cohesionada".
También el dirigente de los democristianos de la UDC Marco Follini reconoció que "hay un resultado" y que lo único que se puede hacer es "tomar nota". "Espero que Berlusconi elija desafiar al centroizquierda en el terreno de la política y deje a los picapleitos a su suerte", declaró, en referencia a las posibles apelaciones a los tribunales por el resultado.
Más duro fue el presidente de los senadores de Forza Italia, Renato Schifani, quien consideró que "el entusiasmo de Prodi y compañía está verdaderamente fuera de lugar". Agregó que considera los datos "provisionales" hasta que no haya más controles, y aseguró que Berlusconi es "el auténtico vencedor moral y político de estas elecciones".
En medio de esta situación, Romano Prodi prosigue sus contactos con sus aliados del centroizquierda para formar Gobierno. El futuro jefe del Ejecutivo se ha reunido ya con los líderes de Demócratas de Izquierda (DS), La Margarita, Refundación Comunista, el Partido Socialista y los Verdes, y está previsto que mantenga encuentros con los de otras formaciones minoritarias entre mañana y el viernes. Entre las cuestiones que se debaten está quién se hará cargo de la presidencia de la Cámara de Diputados, algo a lo que aspiran tanto el presidente de DS, Massimo D'Alema, como el líder de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti.
El centro izquierda ganó por una diferencia de 24.755 votos, según los datos oficiales. En un principio, cuando se concluyó el recuento provisional de votos, el Ministerio de Interior dio como diferencia la cifra de 25.224 votos, por lo que el resultado final se redujo en poco más de mil votos.
El Tribunal Constitucional rechazó la solicitud presentada por la Liga Norte, aliada de Silvio Berlusconi, que alegaba mal recuento de votos, y asignó a La Unión los 44.589 votos logrados en la circunscripción Lombardia 2 (norte) por la "Lista Liga para la Autonomía Alianza Lombarda. Liga de Pensionistas".
Según el Supremo nada impide a una lista aliarse con una coalición aunque sólo se presente en una circunscripción, lo que alegaba la Liga Norte. En la Cámara de Diputados La Unión ha logrado 348 escaños, de los 630 de que consta, por lo que obtiene la mayoría absoluta. En el Senado ha obtenido 158 escaños, frente a los 156 logrados por la coalición berlusconiana.
Prodi dice que ya "no hay dudas"
El líder de izquierdas, que ya fue primer ministro entre 1996 y 1998, indicó también que "tenemos una gran mayoría en la Cámara de Diputados. En el Senado tenemos el margen suficiente para sostener el Gobierno de una forma estable y duradera; tenemos una situación de democracia fuerte como en los otros grandes países occidentales".
También admitió que el actual primer ministro todavía no le ha llamado para reconocer su victoria. "Esperaré, esperaré, y estoy seguro de que a largo plazo lo hará", señaló optimista.
Lo cierto es que Berlusconi, que la semana pasada dijo que admitiría la victoria de su rival cuando se desmintieran las supuestas "irregularidades" en el recuento, evitó hacer declaraciones tras conocerse la confirmación del Supremo. Quienes sí reaccionaron fueron sus aliados en la coalición "Casa de las Libertades", entre ellos el titular de Economía y vicepresidente de Forza Italia, Giulio Tremonti, quien aseguró que son necesarios nuevos controles, pero pareció resignarse a la derrota al anunciar "una buena oposición, unida y cohesionada".
También el dirigente de los democristianos de la UDC Marco Follini reconoció que "hay un resultado" y que lo único que se puede hacer es "tomar nota". "Espero que Berlusconi elija desafiar al centroizquierda en el terreno de la política y deje a los picapleitos a su suerte", declaró, en referencia a las posibles apelaciones a los tribunales por el resultado.
Más duro fue el presidente de los senadores de Forza Italia, Renato Schifani, quien consideró que "el entusiasmo de Prodi y compañía está verdaderamente fuera de lugar". Agregó que considera los datos "provisionales" hasta que no haya más controles, y aseguró que Berlusconi es "el auténtico vencedor moral y político de estas elecciones".
En medio de esta situación, Romano Prodi prosigue sus contactos con sus aliados del centroizquierda para formar Gobierno. El futuro jefe del Ejecutivo se ha reunido ya con los líderes de Demócratas de Izquierda (DS), La Margarita, Refundación Comunista, el Partido Socialista y los Verdes, y está previsto que mantenga encuentros con los de otras formaciones minoritarias entre mañana y el viernes. Entre las cuestiones que se debaten está quién se hará cargo de la presidencia de la Cámara de Diputados, algo a lo que aspiran tanto el presidente de DS, Massimo D'Alema, como el líder de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti.