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Annan renuncia al Plan Baker y pide al Polisario y a Marruecos que negocien directamente

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, aboga por negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario, alegando la imposibilidad, al igual que Mohamed VI,  de diseñar un nuevo plan para determinar el futuro del Sahara Occidental. Así se desprende de su último informe, obtenido por la agencia Efe, en el que afirma que ningún país con lazos estrechos con Marruecos ha logrado persuadir a las autoridades de Rabat para que acepten el Plan Baker. Annan, salpicado por múltiples escándalos de corrupción, propicia asi un escandaloso desentendimiento de la ONU del conflicto del Sahara, abandonando a los saharauis a su suerte frente a la brutal represión del régimen de Mohamed VI.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, aboga por negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario, alegando la imposibilidad, al igual que Mohamed VI,  de diseñar un nuevo plan para determinar el futuro del Sahara Occidental. Así se desprende de su último informe, obtenido por la agencia Efe, en el que afirma que ningún país con lazos estrechos con Marruecos ha logrado persuadir a las autoridades de Rabat para que acepten el Plan Baker. Annan, salpicado por múltiples escándalos de corrupción, propicia asi un escandaloso desentendimiento de la ONU del conflicto del Sahara, abandonando a los saharauis a su suerte frente a la brutal represión del régimen de Mohamed VI.
L D (EFE) Dicho plan, elaborado por el ex secretario de Estado norteamericano James Baker, preveía un período autonómico para el Sahara occidental, tras el cual se celebraría un referéndum de autodeterminación.

Annan también propugna que en las negociaciones directas participen Argelia y Mauritania, como países vecinos, con el objetivo de buscar una solución política "justa, duradera y mutuamente aceptada que proporcione la autodeterminación del pueblo saharaui occidental".

Reconoce que, dado el estancamiento en las negociaciones, por la negativa de Marruecos a aceptar cualquier opción que permita la independencia del Sahara, es imposible que el Consejo de Seguridad elabore un nuevo plan que sustituya al de Baker. "Un nuevo plan estaría condenado al fracaso porque Marruecos lo rechazaría de nuevo, a no ser que no contenga la opción de un referéndum que contemple la independencia", expone en el informe.

Annan agrega que "la ONU no puede respaldar un plan que excluya un referéndum legítimo, mientras que a la vez reclama la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental". Dada esta situación, considera que existen sólo dos opciones, que han sido evaluadas detalladamente por su enviado especial en el Sahara Occidental, el holandés Peter van Walsum.

La primera alternativa es la prolongación del estancamiento, lo que entiende Annan que es una "receta para la violencia" y una condena a que otra generación de saharauis viva en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia).

La segunda opción, indica, es el diálogo directo "sin condiciones previas" entre Marruecos y el Polisario para alcanzar un compromiso basado en la legalidad internacional y la realidad política de estos momentos. "Después de años de planes diseñados por la ONU, debe quedar claro que la ONU está dando un paso hacia atrás y que la responsabilidad ahora yace en las partes", señala Annan.

Esto no quiere decir, precisa, que se acabará la cooperación con Marruecos y el Polisario, ya que el Consejo de Seguridad cree que cualquier solución al contencioso saharaui debe ser en el contexto o bajo los auspicios de la ONU. Annan clarifica también que el Consejo de Seguridad no puede invitar a las partes a negociar un plan de autonomía, como era intención de Marruecos, porque eso sería reconocer la soberanía marroquí en el territorio del Sahara Occidental, "algo que está fuera de lugar, ya que ningún miembro la reconoce".

En este sentido, resalta que al Polisario no se le puede exigir como condición previa reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental para luego empezar a discutir la autonomía que Rabat podría conceder al territorio. Annan añade que el mayor obstáculo para las negociaciones directas no sólo puede provenir de las partes, sino también de las fuerzas fuera de la región que están en contra de este diálogo.

"Parece que hay dos factores que juegan un papel importante en las capitales de esos países: el Sahara no es una prioridad en la agenda política local y existe una gran voluntad de continuar las buenas relaciones tanto con Marruecos como con Argelia", afirma. Por otro lado, Annan expresa su preocupación por las violaciones de los derechos humanos en el Sahara Occidental por parte de Marruecos, y anuncia que enviará una delegación del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de Ginebra para que evalúe la situación.

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