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Un escolta de Bono admite que la policía le llamó para repetir su declaración y no reconoce al inspector que la firmó

Uno de los agentes que acompañaba como escolta al ex ministro de Defensa José Bono durante la manifestación convocada por la AVT el 22 de enero de 2005 declaró este lunes en la Audiencia Provincial en Madrid que, tras su primera declaración por estos hechos, recibió una llamada de la Brigada de Policía para que volviera a las dependencias. El escolta no reconoció al inspector que firmó su declaración, presente en la sala como acusado por falsedad. Otros seis agentes que declararon este lunes dijeron que no pudieron apreciar ninguna agresión concreta al ministro.

Uno de los agentes que acompañaba como escolta al ex ministro de Defensa José Bono durante la manifestación convocada por la AVT el 22 de enero de 2005 declaró este lunes en la Audiencia Provincial en Madrid que, tras su primera declaración por estos hechos, recibió una llamada de la Brigada de Policía para que volviera a las dependencias. El escolta no reconoció al inspector que firmó su declaración, presente en la sala como acusado por falsedad. Otros seis agentes que declararon este lunes dijeron que no pudieron apreciar ninguna agresión concreta al ministro.
L D (Europa Press) El escolta que declaró ante la Sección Decimosexta de la Audiencia de Madrid aseguró que nadie le indicó el contenido del manuscrito, que fue acordado por todos los escoltas durante su hora de la comida para "matizar" lo ocurrido, ya que habían quedado algo descontentos con sus declaraciones iniciales. Dijo que tampoco hablaron con Bono sobre lo ocurrido más allá de un comentario que el ministro realizó una vez abandonaron la concentración. En los dos párrafos añadidos a su declaración inicial, los escoltas indicaban que tras la llegada de Bono a la manifestación se produjo un momento de "violencia extrema", que se vieron "superados" por los asistentes y que se intentó agredir al ministro con "manos, pies y objetos contundentes", por lo que trataron de "repeler la agresión" y sacar a Bono de este lugar.
 
Ante las preguntas de las diferentes partes, el escolta reconoció que habían sido citados de nuevo por la Brigada para realizar otra gestión sobre estas investigaciones, aunque nunca se le dijo de qué se trataba. Insistió en que redactó la ampliación de acuerdo con sus compañeros y que al llegar a la Comisaría dictó su contenido al secretario de la diligencia. El testigo insistió en que su "ampliación" no fue exagerada en absoluto, más bien lo contrario, "porque si se pecó de algo fue de defecto, no de exceso". Dijo que se pasó un momento "muy tremendo", en el que asistentes "lanzaban puñetazos al ministro", si bien no pudieron identificar a los autores de la agresión ni en el lugar ni tampoco días después, al visionar diferentes cintas en la comisaría.
 
Muchas de las preguntas a las que tuvo que contestar el escolta estuvieron dirigidas a conocer si el instructor cuya firma aparece en las declaraciones -uno de los agentes acusados-, se encontraba efectivamente presente cuando se realizaron las mismas, ya que en ello se sustenta el presunto delito de falsedad que se le imputa.  Según declaró la semana pasada el secretario de las actuaciones, los escoltas declararon ante un primer instructor, que fue cesado al mostrar su desacuerdo con las detenciones de los militantes, aunque ni su número ni su firma aparecen en las diligencias.
 
No reconoce al instructor que firmó su declaración
 
El escolta señaló que nunca llegó a saber quién era el instructor, y que él simplemente declaró ante un secretario, aunque allí había otros cuatro o  cinco agentes y que no sabía qué papel desempeñaban. No obstante, no reconoció a ninguno de los acusados como los funcionarios que se encontraban en las diligencias el día de su declaración. Los acusados en esta causa son el comisario Rodolfo Ruiz, para quien la acusación ejercida en nombre del PP solicita 10 años de cárcel y 11 de inhabilitación por los delitos de detención ilegal, falsedad en documento público y coacciones; el inspector jefe que coordinó las diligencias, para quien se piden 8 años de prisión por los dos primeros delitos; y a un tercer agente que actuó como secretario en la toma de declaración de los militantes, a quien se imputa falsedad. La Fiscalía no acusa en esta causa.
 
Además del escolta, este lunes prestaron declaración otros seis agentes que estuvieron presentes en la manifestación, y todos ellos afirmaron que, pese a producirse zarandeos y empujones, no pudieron apreciar ninguna agresión concreta al ministro. El juicio quedará este martes visto para sentencia, si bien se prevé una sesión muy larga porque, tras la declaración de los últimos testigos, queda pendiente la práctica de las pruebas pericial y documental y la lectura de sus informes de conclusiones definitivas por todas las partes.

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