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Lehmann y el Arsenal acaban con el sueño de un Villarreal que se despide de Europa con la cabeza alta (0-0)

La final del próximo 17 de mayo en París no será española. El Villarreal fue mejor que el Arsenal en El Madrigal y dispuso de buenas ocasiones, pero no pudo conseguir el gol que hubiera forzado al menos la prórroga. Y eso que Riquelme, a un minuto para el final, lo tuvo en sus botas con un penalti que detuvo Lehmann. El equipo inglés se alió con la fortuna y ahora espera conocer a su rival en la final, que saldrá de una eliminatoria entre Barcelona y Milan que este miércoles tendrá su segundo y último capítulo en el Camp Nou.
- Así les hemos narrado el Villarreal-Arsenal

La final del próximo 17 de mayo en París no será española. El Villarreal fue mejor que el Arsenal en El Madrigal y dispuso de buenas ocasiones, pero no pudo conseguir el gol que hubiera forzado al menos la prórroga. Y eso que Riquelme, a un minuto para el final, lo tuvo en sus botas con un penalti que detuvo Lehmann. El equipo inglés se alió con la fortuna y ahora espera conocer a su rival en la final, que saldrá de una eliminatoria entre Barcelona y Milan que este miércoles tendrá su segundo y último capítulo en el Camp Nou.- Así les hemos narrado el Villarreal-Arsenal
(Libertad Digital) Fue el Villarreal el que llevó la voz cantante durante todo el partido, disfrutando de las únicas ocasiones de gol. Y superó prácticamente en todo al Arsenal salvo en una cosa: el marcador. Así, las intenciones de ambos equipos se vieron desde el primer minuto. El submarino amarillo salía a la carga y los cañoneros, a conservar el tesoro que en forma de gol -Touré- había conseguido en la ida y apostado en busca de su mortal contragolpe. Con Henry como único hombre en punta, los de Arsene Wenger cedieron la pelota a su rival, pero con la intención de largar algún balón arriba con el que los delanteros pudieran torpedear al submarino amarillo. Al igual que en Highbury, Wenger dispuso de un centro del campo poblado con una misión clarísima: anular a Riquelme.

Al cuarto de hora, el Villarreal ya se había hecho con el partido. Con un dominio territorial total, se fue en busca de ese gol que abriese el camino hacia la final de París, aunque tampoco llegó con demasiado peligro sobre el marco de Lehmann. Hasta tres hombres cerraban el paso en casi cualquier acción de Riquelme, con el objetivo de no dejar pensar a la estrella argentina y, sobre todo, neutralizar su último pase mortal.
 
Una vez esfumado el miedo inicial que metió el equipo español en el cuerpo a los ingleses, apareció en los visitantes la figura de Cesc Fábregas, bien acompañado en labores más grises por Gilberto Silva. El futbolista catalán se echó el equipo a la espalda, y por él pasaban casi todos los balones del conjunto londinense. A punto de llegarse al descanso, llegaron las aproximaciones y ocasiones más claras del Villarreal a la portería contraria. El Arsenal andaba algo dormido y ansiaba que sonase la campana cuanto antes ante las acometidas de los locales, incluido un envenenado lanzamiento de falta directa de Riquelme que atrapó no sin apuros el guardameta alemán.
 
La salida del Villarreal al campo tras el paso por vestuarios volvió a ser explosiva. Guille Franco tuvo dos excelentes ocasiones de batir a Lehmann, pero en ambos casos la pelota se marchó fuera. El submarino amarillo llegaba más y mejor, en busca de ese gol que al menos le permitiera empatar la eliminatoria y forzar la prórroga. En el ecuador del segundo tiempo, Pellegrini dio entrada a José Mari por Josico, que acusó el desgaste físico, para jugarse el todo por el todo ante un Arsenal que se había encomendado a su férreo sistema táctico. Pero el equipo castellonense volvió a perdonar a los 64 minutos, en vez por mediación de Forlán, cuyo lanzamiento volvió a lamer el poste cuando El Madrigal se disponía a cantar el gol.
 
Pertrechado en torno a Lehmann, el Arsenal se defendía con todo y buscaba de paso una contra que pudiera culminar Henry, muy vigilado toda la noche por Peña y Quique Álvarez, quienes cuajaron una magnífica actuación. Pero lo mejor estaba por llegar. A dos minutos para el final, el árbitro ruso Valentin Ivanov, quien hasta entonces no había pitado prácticamente nada y de dejó las tarjetas en el bolsillo, señaló como penalti una caída de José Mari en el área visitante. Era el minuto 88 y el Villarreal tenía la oportunidad de empatar la eliminatoria. Pero Riquelme erró la pena máxima y Lehmann le adivinó sus intenciones. Con el 0-0 se llegó al final. Demasiado castigo para un equipo que se queda sin el sueño de la final de París pero se despide de Europa con la cabeza bien erguida.
 
 
Ficha técnica del partido
 
Villarreal, 0: Barbosa; Javi Venta, Peña, Quique Álvarez, Arruabarrena (Roger, m.82); Josico (José Mari, m.62), Senna, Riquelme, Sorín; Guille Franco y Forlán
Arsenal, 0: Lehmann; Eboué, Touré, Campbell, Flamini (Clichy, m.8); Gilberto Silva, Hleb, Cesc Fábregas, Ljungberg, Reyes (Pires, m.68); y Henry

Árbitro: Valentin Ivanov (Rusia). Sin amonestados
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones disputado ante 23.000 espectadores que llenaron el estadio de El Madrigal, entre ellos unos dos mil aficionados ingleses. Terreno de juego en perfectas condiciones

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